El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, informó este lunes que las autoridades aseguraron de más de 15 millones de litros de huachicol de procedencia ilegal en Coahuila, eran transportados en un tren.
El robo de hidrocarburos, conocido popularmente como huachicol, sigue siendo uno de los delitos que más afectan la economía y la seguridad en México.
De acuerdo con cifras oficiales, el país pierde miles de millones de pesos anualmente por la extracción y comercialización ilegal de combustibles. Sin embargo, en los últimos años se han intensificado los operativos para desarticular estas redes criminales.
Aseguraron 129 carrotanques con más de 15 millones de litros de huachicol en Coahuila
Un ejemplo reciente es el aseguramiento de más de 15 millones de litros de diésel y gasolina en Coahuila, realizado gracias a la coordinación de diferentes corporaciones federales, estatales y de seguridad física de Pemex.
En esta operación, 129 carrotanques fueron confiscados tras ser encontrados en puntos estratégicos como estaciones ferroviarias, lo que evidencia que los grupos dedicados al “huachicoleo” cuentan con estructuras logísticas bien organizadas.
La estrategia de combate no solo contempla la detección de tomas clandestinas, sino también la vigilancia en rutas ferroviarias, puertos marítimos y carreteras, donde los delincuentes intentan trasladar grandes cantidades de hidrocarburos sin ser detectados.
Para reforzar esta vigilancia, la Secretaría de la Defensa, la Guardia Nacional y la Secretaría de Marina mantienen operativos permanentes en puntos clave del país.
Los recientes decomisos confirman que la colaboración interinstitucional es fundamental. En el caso del buque asegurado en marzo en el puerto de Tampico, por ejemplo, las autoridades descubrieron 10 millones de litros de diésel que pretendían ser ingresados como aditivos para lubricantes. Este hallazgo demostró que las bandas delictivas también buscan rutas marítimas para mover grandes volúmenes sin levantar sospechas.
Además de los aseguramientos, las autoridades trabajan en reforzar el marco legal para imponer sanciones más severas.
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Actualmente, el delito de robo de huachicol se persigue de forma federal y tiene penas que alcanzan hasta los 30 años de prisión, dependiendo del grado de participación y la cantidad robada.
No obstante, persisten desafíos. Entre ellos destaca la participación de redes de corrupción que facilitan el traslado, almacenamiento y venta del combustible robado. Por ello, la vigilancia se extiende a gasolineras, distribuidores y clientes finales que, de manera consciente o no, adquieren combustible a precios por debajo del mercado.
En este contexto, la cooperación de la ciudadanía también juega un papel clave. Denunciar tomas clandestinas o movimientos sospechosos cerca de instalaciones de Pemex puede prevenir accidentes y pérdidas millonarias.
Con información de Aristegui Noticias y Milenio