Alrededor de las 10 de la mañana se difundieron los primeros reportes sobre un ataque armado que, según se confirmó posteriormente, culminó con el asesinato de Raúl Israel Bonilla Partida, comandante de la Policía Municipal de Guanajuato.

La información fue ratificada por la alcaldesa Samantha Smith durante la sesión de Cabildo, en la que calificó los hechos como un “cobarde ataque”.

Al interior del Ayuntamiento, la funcionaria consideró que el crimen “es consecuencia de la presión que hemos ejercido con nuestras acciones y recientes detenciones”.

Según los reportes preliminares, el asesinato del comandante Bonilla ocurrió en la cochera de su casa. “Tengan la certeza de que llevaremos a los responsables ante la justicia”, advirtió la presidenta municipal de Guanajuato.

Al lugar de la agresión se trasladaron elementos de la Policía Municipal, así como personal de la Fiscalía General del Estado (FGE), para resguardar el área y recabar los primeros indicios que permitan esclarecer el asesinato. Aunque Samantha Smith especificó que el comandante murió en cumplimiento de su deber, se desconocen mayores detalles sobre lo ocurrido.

De acuerdo con el reporte que anualmente comparte la organización Causa en Común, el estado de Guanajuato fue el más letal para elementos de las corporaciones policiacas durante 2024, ya que se registraron 61 casos de agentes asesinados.

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Uno de los episodios que generó mayor conmoción durante el año anterior ocurrió el 24 de octubre, cuando dos coches bomba estallaron cerca de las instalaciones de las policías municipales de Acámbaro y Jerécuaro.

El primer estallido ocurrió en el centro de Jerécuaro, a un par de cuadras de la Presidencia Municipal, alrededor de las cinco de la mañana. Casi una hora después, otro automóvil fue detonado frente a la Secretaría de Seguridad Pública de Acámbaro. El saldo de este último ataque fue de tres policías heridos.

Para completar la lista de las entidades más peligrosas para elementos policiacos, la asociación civil incluyó al Estado de México (con 24 asesinatos en 2024), Guerrero (con 22), Chiapas (20), Michoacán (17) y Nuevo León, Tamaulipas y Sinaloa, con 16 victimas cada una.

Con información de El Sol de México.