La escuela primaria Santana Díaz Romano, ubicada a solo unas calles de la presidencia municipal de Jiutepec, suspendió actividades luego de que varios docentes presentaran siete denuncias por presuntas extorsiones y cobro de piso; por lo que, hasta que no haya resultados de las investigaciones, los maestros acordaron no regresar a las aulas.
Docentes y padres de familia reiteraron su preocupación ante la falta de avances por parte de la Fiscalía General del Estado de Morelos. Señalaron que no existen garantías de seguridad para alumnos ni personal, motivo por el cual la primaria permanece cerrada pese a los intentos de las autoridades por retomar la normalidad.
Por su parte, la Secretaría de Educación estatal informó que se han llevado a cabo reuniones con autoridades de seguridad para definir una estrategia que permita reabrir el plantel. Sin embargo, los esfuerzos no han logrado convencer al cuerpo docente de volver mientras no existan detenidos o avances claros en la investigación.
Karla Aline Herrera Alonso, titular de la Secretaría de Educación, aseguró que desde el primer reporte se activaron mesas de trabajo con la Secretaría de Seguridad y directivos del plantel para atender la situación. La funcionaria expresó que el objetivo es restablecer actividades lo antes posible y brindar tranquilidad a la comunidad escolar.
Durante las reuniones, se han sumado madres y padres para apoyar las gestiones y exigir condiciones adecuadas de convivencia. No obstante, el miedo persiste entre el personal docente, quien ha sido el blanco directo de las amenazas.
Herrera Alonso descartó que las intimidaciones estén relacionadas con el pago de aguinaldos o ingresos extraordinarios del personal educativo en esta temporada. Señaló que, según la información oficial, las extorsiones no están asociadas a estos recursos.
Hasta este viernes, la primaria continúa cerrada y los estudiantes reciben clases de manera virtual. La medida fue acordada entre docentes y padres como una forma de proteger a la comunidad escolar mientras continúan las investigaciones.
Por su parte, los maestros afectados reiteraron que no volverán a las aulas hasta que los responsables de las amenazas sean identificados y detenidos. Aseguraron que no existen condiciones de seguridad que permitan retomar las clases presenciales.
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Las autoridades educativas reconocieron que el caso ha generado un ambiente de tensión en la zona y confirmaron que mantienen comunicación constante con Seguridad Pública para agilizar el retorno seguro al plantel.
Por ahora, la comunidad escolar permanece en espera de resultados por parte de la Fiscalía, mientras que la primaria Santana Díaz Romano continúa con sus puertas cerradas de manera indefinida.
Con información de Excelsior.
