La creciente escasez de gasolina provocó que largas filas de vehículos rodearan varias estaciones de servicio en Tijuana.
Las preocupaciones sobre la escasez de gasolina comenzaron después de que un grupo de residentes estableciera un bloqueo frente a una planta de suministro de Petróleos Mexicanos en Rosarito a principios de esta semana.
Los manifestantes, residentes del barrio Maclovio Rojas en el este de Tijuana, exigen que el gobierno mexicano atienda su solicitud de reconocer legalmente las tierras que adquirieron hace décadas.
La planta de gas de Rosarito abastece a unas 235 gasolineras en Tijuana, Rosarito y Tecate, según Alejandro Borja, presidente del grupo del sector gas dentro de la Cámara Nacional de Comercio de Tijuana o Canaco. Hasta el jueves por la tarde, al menos el 35 por ciento de ellos tenían problemas de suministro, afirmó.
“Es un problema que está empeorando, es grave”, dijo Borja, quien con su familia posee dos gasolineras, las cuales tuvieron que cerrar temporalmente por quedarse sin gasolina.
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Residentes de Tijuana cruzan a San Diego para llenar sus tanques
Las compras de pánico por combustible han cruzado la frontera, y desde el miércoles en la tarde, se veía en diferentes puntos del condado de San Diego a más tijuanenses y residentes de Baja California, que llegaban a llenar sus tanques de gasolina.
Según las autoridades, si esta situación no se controla en Tijuana, podría afectar a ambas economías. Y aunque algunos no hicieron largas filas en el cruce fronterizo para llegar a San Diego, aseguran que no tenían contemplado trasladarse a territorio estadounidense.
“Es complicado, porque me saca de balance todas mis actividades en la ciudad de Tijuana”, indicó Leticia Rivero, residente de la ciudad ubicada en Baja California.
Sin embargo, la preocupación para quienes van a Baja California es la misma: llegar a una estación y no encontrar combustible.
“Hay que echar gasolina aquí, porque no sabemos cómo vayan a estar en México las filas, y si vaya a haber (combustible), porque veo gasolineras que están cerradas con conos”, dijo Hiram Magaña, residente de Ensenada, también en Baja California.