Una perrita mestiza que fue rescatada recientemente en Yucatán, fue detectada con gusano barrenador, según confirmaron autoridades sanitarias y resultados de laboratorio.
El caso ocurrido en el municipio de Tetiz, fue reportado por la rescatista Ale Noh Basto, integrante de la asociación animalista “Las Huellitas de Franco y Fabio”.
El animal, de nombre “Dingo”, fue trasladado de urgencia a una clínica veterinaria en la ciudad de Mérida, luego de ser hallado en condiciones críticas. De acuerdo con la rescatista, la perrita fue encontrada con las patas amarradas, lo que le impidió moverse y agravó sus heridas al quedar expuesta en la vía pública.
Los médicos veterinarios que la atendieron identificaron heridas profundas en sus extremidades, además de signos evidentes de infección. Al limpiar las lesiones, descubrieron una infestación de gusanos, lo que los llevó a realizar estudios más específicos para descartar la presencia del parásito conocido como gusano barrenador.
Tras los análisis correspondientes, los resultados confirmaron que “Dingo” estaba infectada con larvas de Cochliomyia hominivorax, comúnmente llamado gusano barrenador. Esta especie de mosca pone sus huevos en heridas abiertas, y sus larvas se alimentan del tejido vivo del huésped.
Este nuevo caso se suma a otros 26 que han sido confirmados en Yucatán por la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder), distribuidos en seis municipios. Entre ellos, ya se habían reportado dos casos en perros: uno en Tzucacab, al sur del estado, y ahora este nuevo caso en Tetiz, ubicado en la región poniente.
El gusano barrenador representa un riesgo tanto para animales domésticos como para el ganado, y en casos excepcionales también puede afectar a humanos. Las autoridades han activado protocolos de vigilancia y respuesta inmediata en las zonas afectadas.
Desde la asociación “Las Huellitas de Franco y Fabio” se hizo un llamado a la ciudadanía para reportar cualquier animal con heridas expuestas, ya que este tipo de casos requieren atención urgente para evitar el avance del parásito y su propagación.
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Asimismo, pidieron mayor conciencia sobre el maltrato animal, ya que Dingo no solo fue víctima del gusano barrenador, sino también de una agresión humana que la dejó inmovilizada y expuesta.
El estado de salud de la perrita sigue siendo delicado, pero estable, y permanece bajo tratamiento veterinario especializado con la esperanza de lograr su recuperación.
Con información de El Universal Online.