La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados ha dado luz verde a una modificación significativa en la propuesta de reforma energética impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta actualización al artículo 27 de la Constitución permitirá la participación de empresas privadas en la exploración y extracción de hidrocarburos, siempre en colaboración con el Estado a través de asignaciones o contratos con Petróleos Mexicanos (Pemex), la Comisión Federal de Electricidad (CFE) u otras empresas públicas.
La reforma, que será discutida en la Comisión de Energía del Senado en los próximos días, establece que los hidrocarburos en el subsuelo seguirán siendo propiedad de la nación y no se otorgarán concesiones directas a empresas privadas. Además, se enfatiza que no habrá concesiones para la explotación de litio, un mineral esencial para la transición energética.
Esta decisión marca un paso importante en la política energética del país, buscando equilibrar la colaboración público-privada mientras se mantiene la soberanía sobre los recursos naturales.
La discusión en el Senado será crucial para definir los detalles y la implementación de esta reforma, que promete tener un impacto significativo en el sector energético de México.
¿En qué consiste la reforma energética de AMLO?
La reforma energética de AMLO, presentada durante su mandato, tenía como objetivo principal fortalecer la soberanía energética de México. La idea central era asegurar que los recursos energéticos del país, como el petróleo y el gas, permanecieran bajo control estatal, evitando la privatización de estos sectores estratégicos.
Estos son algunos puntos de la reforma:
- Propiedad de los Hidrocarburos: La reforma reafirma que los hidrocarburos en el subsuelo son propiedad de la nación. Esto significa que, aunque se permite la participación de empresas privadas en la exploración y extracción, estas actividades deben realizarse en colaboración con el Estado, a través de contratos o asignaciones con Pemex y la CFE.
- Participación Privada: Se permite la participación de empresas privadas en la exploración y extracción de hidrocarburos, pero siempre bajo la supervisión y en colaboración con empresas públicas como Pemex y la CFE. Esto busca atraer inversión y tecnología extranjera sin perder el control estatal sobre los recursos.
- Exclusión del Litio: La reforma establece que no se otorgarán concesiones para la explotación de litio, un mineral clave para la transición energética. El litio seguirá siendo explotado exclusivamente por el Estado, asegurando que este recurso estratégico permanezca bajo control nacional.
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La reforma ha sido objeto de debate y controversia. Sus defensores argumentan que es necesaria para proteger los recursos naturales de México y asegurar que los beneficios de estos recursos se queden en el país. Sin embargo, los críticos señalan que podría limitar la inversión extranjera y la modernización del sector energético.
Con información de El Financiero