Lo que tenía que ser un viaje de diversión y nuevas experiencias, se convirtió en una tragedia para un grupo de extranjeros que se encontraban visitando la zona arqueológica de Teotihuacán, pues uno de sus integrantes perdió la vida durante su recorrido en el Estado de México.

De acuerdo con los informes, la víctima era un turista de origen costarricense, quien iba acompañado de familiares y amigos para contemplar la famosa pirámide del Sol y la Luna, así como recorrer la calzada de los muertos.

Sin embargo, a la altura de la puerta tres de la zona arqueológica de Teotihuacán, el hombre de 37 años comenzó a sentirse mal y sumado al intenso calor, provocó que a los pocos minutos se desvaneciera sobre el camino empedrado.

Tras el incidente se llamó al número de emergencia 911, hasta donde arribaron los paramédicos de la región para tratar de salvarle la vida. Lamentablemente, solo llegaron para confirmar que el sujeto identificado como Alejandro José Granados Badillo, ya no contaba con signos vitales.

Según comunicaron los elementos de rescate, el individuo sufrió un infarto fulminante. Sus compañeros solo pudieron cubrirlo con una cobija y desatar sus zapatos.

Finalmente, se informó que arribaron peritos criminalistas para determinar las causas reales del deceso; por lo que acordonaron la zona y procedieron a suspender el servicio a los visitantes.

Teotihuacán, un lugar lleno de historias y leyendas

Aunque no hay oficialmente leyendas conocidas sobre personas que mueren en la zona arqueológica de Teotihuacán, sí hay muchas creencias populares relacionadas con su carácter sagrado y místico. Muchas influenciadas por la importancia histórica del lugar, así como por las energías, que según creyentes, emanan de las pirámides.

Algunas personas creen que las pirámides, especialmente la del Sol y la de la Luna, son puntos de alta energía donde los antiguos habitantes realizaban rituales de conexión con el cosmos. También, piensan que quienes mueren en la zona quedan atrapados espiritualmente debido a la carga energética del lugar.

Además, hay una serie de mitos locales que mencionan que si se perturba a las estructuras, se roban artefactos o se falta al respeto a la zona, se puede atraer una “maldición”, la cual usualmente cobra la vida o la suerte de las personas.

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Incluso, se dice que aquellos que no respetan la zona arqueológica de Teotihuacán pueden sufrir accidentes o incluso “enfrentar el juicio” de los antiguos dioses.

Si bien estas historias son parte del imaginario colectivo, la zona arqueológica es vigilada y protegida, y los accidentes que pueden ocurrir generalmente están relacionados con caídas o negligencias humanas y no con eventos sobrenaturales.