El estado de Guanajuato vivió una nueva jornada de violencia con los asesinatos de tres policías y una jueza calificadora en dos ataques por separado hechos que conmocionaron a la región de El Bajío.

En el primer ataque, dos policías ─un hombre y una mujer, que fungían como escoltas─, además de una jueza calificadora de Santiago Maravatío, fueron emboscados y ultimados a balazos, cuando viajaban en un automóvil compacto.

El triple homicidio ocurrió en el entronque de la carretera Yuriria-Santiago Maravatío, cuando un grupo obligó al trío de personas a detenerse; los agresores bajaron de la unidad en que viajaban, se acercaron al Ford Aveo blanco de los policías y les dispararon.

Según la información que se dio a conocer, una de las víctimas era un comandante de la corporación, así como una mujer policía y la jueza calificadora, quienes se dirigían a Yuriria, donde vivían, después de terminar su turno y se disponían a descansar.

La jueza calificadora perdió la vida mientras recibía atención médica en un hospital, pero por el tipo de lesiones que presentaba, no pudo resistir y murió. Como casi siempre ocurre en ese tipo de hechos, los presuntos asesinos no fueron detenidos.

En el otro hecho, dos hombres fueron asesinados a balazos al interior de una casa en la colonia Ejidal de Celaya.

Las autoridades identificaron a una de las víctimas como policía en activo del municipio de Cortázar, detallaron medios locales. Testigos indicaron que fueron dos hombres quienes ingresaron a la vivida y dispararon contra los moradores del lugar.

Hasta el momento, ninguna autoridad ha informado de personas detenidas por esos hechos en Guanajuato, entidad que vive una nueva ola de violencia ante la incompetencia de sus autoridades.

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Los recientes ataques, que resultaron en la muerte de tres policías y la jueza calificadora, ponen de manifiesto la gravedad de la situación de violencia en la región.