Médicos residentes del Hospital General Regional No. 72 en Tlalnepantla de Baz, Estado de México, emitieron una carta al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, para pedir medidas de protección e informar la inexistencia de un protocolo para atender casos de coronavirus. Hasta el momento se han confirmado 48 contagios por Covid-19 y 43 personas más tendrían síntomas.
En un principio, el escrito asevera que el Hospital fue elegido por la institución como Unidad Médica de Segundo Nivel. Esto quiere decir que en esas instalaciones se tenía que habilitar un espacio específico y controlado para recibir y atender a pacientes confirmados y sospechosos con Covid-19.
Debido a ello, el personal de Salud –médicos, enfermeros, administrativos– debería estar capacitado para el problema epidémico, lo que conlleva tener insumos adecuados para establecer medidas de bioseguridad, como lo son los cubrebocas N95, gel antibacterial, goggles, etc.
Por otro lado, destacan un caso en particular. El 24 de marzo ingresó a las instalaciones una paciente mayor de 60 años, con antecedentes de diabetes, hipertensión y un “aparente cuadro respiratorio secundario a: ‘Fibrosis Pulmonar’ por Artritis Reumatoide”.
Fue un médico residente quien atendió a la mujer -que actualmente es positivo a coronavirus- y tuvo que realizar maniobras avanzadas de vía aérea sin ningún equipo de protección.
Posteriormente, casos similares siguieron llegando. Diagnósticos como Neumonías Atípicas, Neumonía adquirida en la comunidad y EPOC exacerbado, fueron atendidos por personal médico residente en el piso de Medicina Interna, esto a razón de que ninguno cumplía con los criterios para ser manejado como un caso de coronavirus.
Los cuerpos llegan al área de patología en camillas metálicas, apenas cubiertos de viejas sábanas blancas, y sólo unos cuantos están dentro de bolsas negras o grises, a las que han puesto un apresurado nombre con cinta y plumón.
Pero no alcanza, ni la buena voluntad ni el esfuerzo. Desde finales de febrero pasado este hospital fue declarado “zona cero”. Así de la noche a la mañana se convirtió en uno de los epicentros de la guerra por salvar a enfermos del virus. Cerraron puertas con cadenas. Pero los espacios pronto se fueron extendiendo en los pisos y hubo que colocar plásticos improvisados en los pasillos, que al salir de los elevadores alertan que se está ingresando a un área infectada. Unas cartulinas multicolores escritas con plumón negro.
No es lo único que se ha improvisado. Más bien todos aquí han tenido que improvisar. El primer costo, en siete semanas 91 integrantes del personal médico, entre generales y especialistas, personal de enfermería, residentes y camilleros debieron ser incapacitados en sus casas por enfermedad. No a todos les han hecho las pruebas, sólo a 48 y salieron positivo, el resto tiene síntomas idénticos a sus compañeros, pero sólo se les considera sospechosos de Covid-19.
Algunos medios entrevistaron a más de una decena de integrantes del equipo de salud del Hospital 72, revisó videos, fotografías y documentos que confirman las pruebas a los que más de 40 de ellos se han sometido y han salido positivos. Este es el relato de quienes hoy todavía no reciben el equipo necesario, pero aún así pelean por la vida y en ese camino también sobrevivir.
FALTA CONFIRMAR OTROS CASOS
Al director del hospital, Ramón Armando Sánchez Tamayo no se le ha podido entrevistar pues tiene unos 15 días está incapacitado. Y mientras, oficialmente sólo algunos murieron por Covid-19, pues la mayoría no alcanzó una prueba, pero al igual que los que sí salieron positivos a coronavirus presentaron insuficiencia respiratoria, aunque su acta de defunción dice neumonía atípica.
Los primeros en alertar hace tres semanas fueron los médicos de Medicina Interna. Detectaron la llegada de enfermos con síntomas de Covid-19, el único requisito que no cumplían era haber viajado al extranjero ni tener un familiar cercano que lo hubiera hecho. Estaba México oficialmente, por indicación de las autoridades de salud, en Fase 1. Lo que públicamente no se sabía entonces, en la tercera semana de marzo, es que en realidad el contagio comunitario había comenzado y se estaba extendiendo.
Los directivos del Hospital “se lo tomaron a la ligera. No se establecieron protocolos ni filtros”, cuenta uno de los médicos del hospital. El mayor de los problemas es que entonces no se les dotó de equipo especia; a la vez la atención en piso no se detuvo. Los médicos , enfermeras y enfermeros continuaron atendiendo pacientes, sólo que no les dieron tapabocas N95, ni batas desechables, ni filipinas, ni googles, ni botas quirúrgicas, ni nada.
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Cabe resaltar que además ede este brote en Tlalnepantla, Estado de México, ha habido otros dos en Monclova y Gómez Placio. Estas tres clínicas serían dojnde se han visto los brotes más delicados dentro del personal del IMSS, aunque debido a las carencias podrían aparecer más en los próximos días o semanas.
Aquí te dejamos el escrito que ha mandado el personal médico de esta unidad del IMSS al secretario de Salud Jorge Alcocer y al subsecretario Hugo López-Gatell.
Con información de EjeCentral.
