Aunque la ley en México establece que todas las playas del país son públicas, en varios estados la costa ha sido privatizada con muros, rejas, vallas y más.
México lucha por recuperar sus playas “privadas”
Uno de estos casos es Punta de Mita, en Nayarit, donde un muro divide uno de los complejos turísticos más opulentos del país, con una pequeña aldea pesquera que ha sido relegada a la pobreza, con un servicio de agua que sólo funciona tres veces a la semana.
Un total de 700 hectáreas y 14 kilómetros de playa son de muy difícil acceso para los locales.
“En cuanto pones un pie, te caen los guardias de seguridad”, dijo una activista de la zona a MSN.
Pero Nayarit no es el único caso de México donde la costa ha sido privatizada; en muchos de los 17 estados del litoral mexicano, las zonas costeras se han privatizado, con advertencias como: “propiedad privada”, “prohibido pasar”, “acceso restringido”, “camino cerrado”.
Aunque la legislación mexicana es clara, y establece que los 20 metros de playa desde la línea del mar son un bien federal, una persona o empresa puede adquirir derechos sobre esa parte, pero no limitar el acceso.
Fue así como se creo la ZOFEMAT (Zona Federal Marítimo Terrestre), dependencia que ha concesionado la Semarnat, quien ha puesto en manos privadas cerca de 153 kilómetros cuadrados de playa, según información de una solicitud de transparencia publicada por el diario El País.
El conflicto más grande no es el cierre de la playa, explica otro activista, si no los caminos para ingresar a ella.
“La gente no conoce sus derechos, entonces ve estos letreros o muros, cree que no puede entrar y deja de venir. Con el tiempo, ellos terminan teniendo una playa casi privada”, declara.
Concesiones en México
A pesar de que el Gobierno de México es el encargado de las concesiones, Semarnat acepta desconocer la cantidad existente de Zona Federal Marítimo Terrestre.
Un informe de la UNAM es lo más cercano a una medición oficial, el cual establece que tenemos 23.688 kilómetros de costa (sin contar las bocas de los ríos); 14.738 en el océano Pacífico y 8.977 entre el Atlántico y el Golfo de México.
La parte concesionada por Semarnat (incluye permisos turísticos, de pesca o protección del territorio) representa un 32.2% del total nacional.
Mientras tanto, en la costa pacífica el nivel de concesión se dispara (43%, en contraste con un 14.5% del litoral oriental).
Estados como Nayarit, Sinaloa, Sonora, Baja California y Baja California Sur, son donde se registra el porcentaje más alto del país, con un 52%.
Aquí se localizan sitios turísticos, aunque también se encuentran varios puntos de pesca de especies marítimas como el camarón.
En Bahía de Banderas, Nayarit, de 34 entradas a la playa existentes, sólo quedan abiertas unas seis, debido a que la expansión hotelera ha engullido los accesos completamente.
Falta control
Aunque el problema no son las concesiones, es la falta de control, lo que llegó al grado que, el ex subsecretario de Turismo, Simón Levy, reconociera la necesidad de aplicar la ley en una visita a Nayarit, asegurando que el nuevo gobierno revisará cada uno de los permisos.
Sin embargo, Levy dimitió a su cargo el pasado 12 de abril.
La actual legislación multa con un millón de dólares (20 millones de pesos) a quienes restrinjan el paso a la costa.
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Hoy, el Gobierno enfrenta dos desafíos a futuro: calcular los metros cuadrados de playa y limitar la cantidad de zona concesionada, algo que no está regulado hoy por hoy.