El gusano barrenador se ha convertido en una seria amenaza para los perros en México, uno de los animales más afectados por este parásito que provoca miasis, una infección en la que las larvas consumen el tejido vivo del huésped.
De acuerdo con el Hospital Veterinario Bruselas, esta plaga puede comprometer seriamente la salud de los caninos si no se detecta y atiende a tiempo.
La mosca Cochliomyia hominivorax es la responsable de depositar sus huevos en heridas abiertas, un proceso que puede desencadenar infecciones graves e incluso ser potencialmente mortal.
Los perros ocupan el segundo lugar entre las especies más afectadas por el gusano barrenador, según datos de MSD Salud Animal. En los últimos 12 meses, se han registrado mil 118 casos en caninos, una cifra que subraya la importancia de reforzar la prevención en mascotas.
Aunque los bovinos lideran con mayor número de casos, la preocupación por los perros crece debido a su convivencia cercana con las personas y a la facilidad con la que pueden sufrir heridas que pasen desapercibidas.
La problemática no solo afecta a los animales. La Secretaría de Salud ha confirmado 92 casos de miasis humana, algunos vinculados indirectamente a perros.
Uno de los primeros casos detectados en Chiapas, uno de los estados más impactados junto con Oaxaca, Yucatán, Tabasco y Veracruz, ocurrió en un hombre que había sido mordido previamente por un perro, lo que muestra cómo una herida abierta puede convertirse en punto de entrada para este parásito.
El Hospital Bruselas explica que las larvas del gusano barrenador se alimentan del tejido vivo del animal, provocando lesiones profundas que pueden complicarse rápidamente.
Las señales de alerta en perros incluyen heridas que no cicatrizan, secreción anormal, pérdida de apetito, letargo y, en casos avanzados, la presencia visible de larvas en la piel.
Los especialistas advierten que cualquier indicio debe tomarse con seriedad y atenderse de inmediato por un veterinario.
La prevención es fundamental. La Secretaría de Agricultura recomienda revisar constantemente a los perros, especialmente si viajan o están expuestos a ambientes donde pueden sufrir heridas.
Mantener todas las lesiones limpias y desinfectadas reduce el riesgo de infestación. En caso de sospecha, debe notificarse de inmediato a los servicios veterinarios, ya que el Senasica mantiene labores de vigilancia epidemiológica para detectar y contener estos casos.
El aumento de esta plaga también ha motivado nuevas medidas en viajes internacionales con mascotas.
Desde noviembre de 2024, Estados Unidos exige que cualquier perro que ingrese al país cuente con un certificado de salud que confirme que está libre del gusano barrenador.
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El Hospital Veterinario Bruselas emite este documento mediante un examen físico completo, verificación del esquema de vacunación y desparasitación, y un certificado final válido por cinco días.
Para obtenerlo, el propietario debe presentar sus datos, la información del perro y los registros médicos actualizados.
Ante el incremento de casos, especialistas insisten en no bajar la guardia: la detección temprana es clave para proteger la salud de los perros y evitar complicaciones graves.
Fuente: Excélsior
