En la mayoría de los casos no se les garantiza a los pacientes una cama, sólo estar bajo observación y en espera de que se desocupe alguna.

En el caso de hospitales como el caso del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) incluso hay letreros donde se advierte que no tienen la capacidad para recibir más pacientes.

Cada vez más se complica que infectados con Covid-19 puedan recibir tratamiento en los hospitales de la CDMX, pues tanto camas como respiradores comienzan a ser cada vez más escasos.

De acuerdo con el subsecretario de salud, Hugo López Gatell, en el Estado de México y la Ciudad de México mantienen una saturación hospitalaria del 70%.

En el caso de Martha Elena Ramírez, familiar de un paciente que falleció por el nuevo coronavirus,  explicó que

“Llegamos, la ingresamos y después ya hablando con las personas de trabajo social, no con los médicos, nos dijeron que no tienen camas y que no tienen respiradores, que teníamos que esperar quizá hasta una semana y que dependía si había un deceso o alguna alta para que ella pudiera pasar a recibir la atención que requiriera, o sea a qué le pusieran un respirador”.

Asimismo, Martha relató que tras llamar a las líneas de emergencia de salud de la CDMX fue enviada el martes por la noche con su madre al Hospital General de Zona 2-A del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde su familiar falleció en menos de cuatro horas.

“Yo creo que nos podían haber dicho cuando hablamos a Locatel o al 911 que aquí no era el lugar en donde iba a recibir su atención adecuada, que no tenían respiradores, para que la traemos aquí, no era necesario”, lamentó.

Lo mismo se vive en varios hospitales como el general de Tláhuac, donde los enfermos pasan varias horas dentro de las ambulancias previo a ser ingresados. Y donde a la mayoría no se les garantiza una cama, solo poder estar bajo observación hasta que se desocupe alguna.

En este caso, Karla ingresó a su padre por baja saturación de oxígeno el día jueves al Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición.

“Sí, tengo que esperar de dos a tres días aquí, puede estar varias horas tal vez días sin cama, estoy consciente de eso, pero también estoy consciente que es un buen hospital y que si está atendido aquí yo estoy más tranquila que lo atiendan de dónde yo vengo, Tulancingo Hidalgo”, señaló Karla.

Cabe destacar que durante la madrugada de este jueves hubo una larga fila de ciudadanos en hospitales del sur de la CDMX esperando para llenar tanques de oxígeno.

“En casa tenemos cinco enfermos de COVID-19: mi hermana, mi papá, mi cuñada, mi hermano y mi sobrino. Pero los más graves son mi papá y mi hermano porque son diabéticos. Son casi las tres de la madrugada y aquí seguiremos hasta que tengamos nuestro oxígeno para nuestros pacientes, no queda de otra, llevo casi como cuatro horas y pues lo que falta”, comentó Cristian.

Con información de Noticieros Televisa