La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) encendió las alertas al revelar que varios productos vendidos como queso manchego en supermercados mexicanos no son lo que prometen.
De acuerdo con la Revista del Consumidor, edición de diciembre, algunas marcas utilizan etiquetas engañosas y otras ni siquiera pueden considerarse queso auténtico, pese a comercializarse como tal.
El análisis incluyó 29 marcas, y encontró que al menos cinco de ellos son quesos procesados que emplean sin sustento la palabra “manchego” en su envase. Se trata de Lala, Great Value, Kraft Singles, Zwan Premium y Fud.
Aunque se venden como si fueran quesos naturales, su elaboración parte de mezclas derretidas con aditivos, conservadores o colorantes.
La Profeco recordó que este tipo de productos puede contener niveles elevados de sodio y grasas saturadas, algo que ya advierte la literatura científica, como lo señalado en un artículo de Science Direct.
Este punto cobra relevancia si se considera que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar los dos gramos de sodio al día, una medida que en la práctica se rebasa a nivel global.
El exceso en su consumo está directamente vinculado con hipertensión arterial, además de un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y daño renal.
Las irregularidades no se limitaron al tipo de producto. Profeco también detectó errores de composición en dos quesos que sí se presentan como manchego: Flor de Alfalfa y Golden Hills, ambos con más grasa declarada en la etiqueta de la que realmente contienen.
Para el organismo, estas imprecisiones pueden inducir a decisiones equivocadas, especialmente entre consumidores que buscan controlar su ingesta de grasas.
A ello se suman fallas como productos sin domicilio del fabricante, información incompleta, piezas vendidas a granel que no cumplen con los requisitos mínimos de etiquetado y variaciones significativas en sodio, humedad y proteína respecto a lo señalado en sus envases.
Profeco recordó que ya había detectado irregularidades similares en alimentos como jamones, cuyos etiquetados tampoco correspondían a su composición real.
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Frente a este escenario, el organismo recomendó a los consumidores leer cuidadosamente las etiquetas, comparar precios y verificar que lo que adquieren corresponda al producto que desean comprar.
Subrayó además que sus estudios de calidad y alertas no sólo buscan evidenciar fallas comerciales, sino prevenir posibles riesgos a la salud derivados de productos que no cumplen con lo que declaran.
Con estos hallazgos, Profeco reafirma su llamado a mantenerse atentos ante imitaciones que se presentan como queso manchego auténtico, pues las diferencias entre un producto natural y uno procesado pueden ser determinantes tanto en calidad como en salud.
Fuente: UnoTv
