La desaparición de Zenaida García Vivar, de 33 años, junto con sus cinco hijos menores de edad, ha desencadenado una intensa movilización en Chilpancingo, Guerrero, donde autoridades estatales y colectivos de búsqueda advierten sobre la gravedad del caso en un contexto de creciente crisis de desapariciones en la entidad.
Desde el 6 de diciembre, fecha en que fueron vistos por última vez, no se cuenta con información que permita conocer su paradero ni las circunstancias que rodearon su desaparición.
Por su parte, el Gobierno de Guerrero activó de inmediato el Protocolo Violeta, mecanismo especializado para la búsqueda de mujeres y niñas en riesgo, lo que implica la participación coordinada de instituciones estatales, municipales y federales.
Como parte del operativo, se difundió una ficha oficial con las características físicas de Zenaida y los datos clave de identificación del grupo familiar, cuyos menores fueron registrados con las iniciales J.D.I.G., R.I.G., E.I.G., M.I.G. y V.I.G.
Según el boletín de Guerrero, Zenaida es de complexión delgada, tez blanca, rostro redondo, mide 1.58 metros y tiene el cabello lacio y oscuro. Sus ojos son café oscuro, presenta cicatrices de varicela en el rostro y un lunar en la mejilla izquierda. El día de su desaparición vestía una blusa blanca y pantalón de mezclilla azul. La mujer viajaba acompañada de sus cinco hijos, aunque las autoridades no han proporcionado sus edades.
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La desaparición fue denunciada por la madre de Zenaida, quien aseguró que su hija enfrentaba episodios de violencia intrafamiliar, lo que ha incrementado la preocupación sobre su integridad y la de los menores. Hasta ahora, las autoridades no han confirmado si se trata de una desaparición voluntaria, una retención o si existe un riesgo mayor detrás del caso.
El Protocolo Violeta permite acelerar las labores de búsqueda mediante acciones de rastreo en campo, análisis de información, verificación de rutas posibles y difusión masiva de las fichas. Las autoridades reiteraron el llamado a la ciudadanía para aportar cualquier dato que pueda contribuir a la localización, mediante reportes directos al 911 o a los números de emergencia estatales.
En México, la problemática de las desapariciones continúa siendo una de las mayores crisis humanitarias del país. Según organizaciones civiles, miles de personas desaparecen cada año en circunstancias relacionadas con la violencia, la delincuencia organizada y fallas institucionales.
Las familias de las víctimas enfrentan largos procesos para obtener respuestas en Guerrero, mientras los colectivos de búsqueda se han convertido en un actor clave para localizar fosas clandestinas y presionar a las autoridades. Aunque se han creado comisiones especiales y herramientas como el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, los avances siguen siendo limitados y persiste la exigencia de justicia y verdad.
Con información de Milenio.
