El gobernador morenista Rubén Rocha Moya enfrenta problemas cuando está llegando a la mitad de su sexenio. Cuestionado por su presunta relación con el Cártel de Sinaloa y mientras su estado está semiparalizado por la violencia que ha dejado decenas de víctimas, el mandatario se encuentra bajo el escrutinio de los órganos de inteligencia del gobierno federal mexicano.
Y es que existe la sospecha de que tomí partido por el grupo criminal de “Los Chapitos”, traicionando a la facción de “El Mayo” Zambada, quien hoy se encuentra detenido en Estados Unidos.
Se ha revelado que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y los servicios de inteligencia militar “dan seguimiento personal y mantienen vigilado” a Rubén Rocha Moya por instrucciones del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador y con el aval de la presidenta, Claudia Sheinbaum.
En ese contexto de narcoviolencia e investigaciones federales, al gobernador de Sinaloa le queda solo un aliado estratégico y está en el Senado: el presidente de la Junta de Coordinación Política, Adán Augusto López Hernández, a quien el gobernador apoyó durante la precampaña presidencial morenista, al igual que el diputado federal electo Héctor Melesio Cuén, asesinado el 25 de julio último, el mismo día de la detención de Ismael “El Mayo” Zambada.
Los documentos de inteligencia del gobierno federal, fechados en septiembre, consignan que, además del mandatario estatal, su hijo José Rocha Ruiz también es vigilado; éste, de hecho, es señalado como el vínculo entre el gobernador y la facción de “Los Chapitos” del Cártel de Sinaloa vía altos funcionarios, como el titular del Servicio de Administración Tributaria de Sinaloa, José Carlos Cárdenas Mellado, designado en el cargo por el propio Rubén Rocha Moya el 19 de agosto último.
Uno de los reportes, titulado “Sinaloa. Gobernador Rocha Moya por temor a sufrir atentado pernocta en Palacio de Gobierno”, muestra el seguimiento sobre las actividades del mandatario y registra el “extremo nerviosismo” y la “profunda preocupación” de éste luego de la captura de “El Mayo“, del asesinato del exrector de la Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén, y de la violencia entre las dos facciones del Cártel de Sinaloa que ocurre principalmente en la capital del estado y sus alrededores.
El informe precisa que Rubén Rocha Moya duerme en el tercer piso de la Unidad Administrativa (donde suele despachar), vigilado durante las 24 horas del día, seguridad que se ha reforzado para él y su familia, y en la que contribuyen elementos de la Guardia Nacional y Marina, que incluyen francotiradores y el uso de camionetas blindadas de nivel seis, uno de los más altos que existen en México.
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Hay otro informe titulado “José Carlos Cárdenas Mellado, nuevo titular del Sates del Gobierno del Estado de Sinaloa”, se mencionan nexos de Rubén Rocha Moya y su hijo José Rocha Ruiz con “Los Chapitos” vía el funcionario ya mencionado.
Cabe resaltar que los tres hijos del gobernador (José, Rubén y Ricardo) han obtenido contratos desde 2009 hasta 2017 por más de 63 millones de pesos, de acuerdo con una investigación del periodista Silber Meza para la organización no gubernamental Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.
A ello hay que añadir el clima de inseguridad debido a la disputa entre las facciones del Cártel de Sinaloa, y en la que distintos capos y personajes han tomado partido por uno u otro bando. Y por ello la violencia persiste en la entidad.
Con información de Proceso.