El gobierno de la Ciudad de México ha anunciado que no ha otorgado permiso a Six Flags para derribar 151 árboles con el fin de construir una nueva atracción mecánica. La empresa había solicitado autorización para instalar una “montaña rusa tipo A” en su terreno ubicado al sur de la capital, cerca del Bosque de Tlalpan.

Durante el proceso de consulta, Six Flags propuso talar 151 árboles y trasplantar seis más. Sin embargo, esta iniciativa ha generado controversia entre los vecinos de la zona, quienes argumentan que no se ha presentado una medida de mitigación adecuada para compensar el impacto ambiental de la tala de árboles para un “simple juego mecánico”.

Organizaciones locales han expresado su rechazo al proyecto, afirmando que no se debe permitir que el lucro empresarial prevalezca sobre el interés colectivo. El Frente por la Defensa de los Derechos de los Pueblos y Barrios del Anáhuac ha señalado que la ley permite a las empresas realizar “consultas vecinales” para obtener aprobación para grandes proyectos de construcción, sin considerar el daño que puedan causar.

En respuesta, esta organización ha convocado a un boicot contra Six Flags, instando a la empresa a desistir de su proyecto y a las autoridades a no permitir que avance. La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) ha confirmado que no existe autorización alguna para el proyecto denominado “Roller Coaster Tipo A”, promovido por Six Flags México.

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El gobierno ha informado a Six Flags México que no se autorizará la tala de árboles propuesta y ha sugerido que presenten una alternativa para la ubicación de la nueva atracción, como en alguna área del estacionamiento, según un comunicado oficial.

Con información de Aristegui Noticias