Un cadidato del PAN en Morelos ha causado polémica luego de que se supiera que fue registrado como indígena, luego que obtuviera documentos que lo avalan como tal. Sin embargo estos documentos son de una comunidad náhuatl de Guerrero, de otro estado por el que contiende. Por si eso fuera poco, el aspirante ni siquiera sabe cuál es el nombre de la comunidad a la que supuestamente pertenece.

Fue gracias a una nota y entrevista de una reportera de El Financiero, Verónica Bacaz, como se supo de la existencia de este candidato del PAN “indígena”.

Su nombre es Daniel Martínez Terrazas y esto fue lo que dijo al ser cuestionado sobre su registro como candidato indígena y si eso no significaba restarle espacios a quienes sí cumplen con este requisito para representar a las diversas etnias que hay en nuestro país.

“Ya lo expliqué a muchos medios de comunicación. Lo hicimos de manera legal presentamos los documentos en tiempo y forma y yo creo que no hay nada que aclarar”, dijo este panista, quien busca su reelección.

Como ya se mencionaba, el candidato del PAN dijo que la constancia le fue entregada por una comunidad Náhuatl ubicada en Guerrero, en donde aseguró que ha hecho una ardua labor, pero de la cual no se supo ni siquiera su nombre.

Para justificarse además dice que sería discriminatorio asumir que para ser indígena, se debe asumir que la persona debe ser de determinada estatura o color de piel, pero eso no es lo que se le cuestiona, sino si en realidad representa a una etnia o es solo un oportunista que aprovecha las fallas de la ley para asumirse como representante de un grupo étnico cuando no lo es.

La gente en redes sociales no lo ha bajado de sirvergüenza.

Daniel Martínez Terrazas busca reelegirse como diputado federal, por dos vías, por la de mayoría y por elección, en la posición número uno; pero ambos registros fueron impugnados por una aspirante que consideró que el panista estaba violentando derechos electorales.

Por si fuera poco se ha denunciado que él y sus hermanos Adrián y Juan Carlos se han “apoderado” de todos los espacios seguros como la regiduría uno en Cuernavaca y las plurinominales. O sea, toda la familia está usando sus influencias para ganar “hueso”.

Su caso contrasta con el de Pedro Carrizales “El Mijis”, quien fue inscrito igualmente como candidato indígena por Morena, pero a quien sí le quitaron la candidatura pues no acreditó ser parte de una etnia o su representante.

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Al parecer la autoridad electoral permite esta clase de simulaciones siempre y cuando se presente una constancia que te acredite com candidato indígena cuando claramente no lo eres.

¿Qué opinas de esta estrategia que han usado este candidato del PAN y de otros partidos? ¿Son la clase de políticos que merecemos los mexicanos?

Con información de El Financiero.