Una metodología que anticipa qué bosques de manglar son más vulnerables a la actividad humana para revertir su desaparición ha sido creada en Baja California Sur (BCS); la ciencia sobre manglares ha pasado de cuantificar las pérdidas, a predecir los riesgos futuros.
Un grupo de científicos desarrollaron una herramienta llamada Índice de Amenaza de Manglar (IAM), que identifica cuáles son los bosques de manglar susceptibles a disminuir a causa de la actividad antropocéntrica para poder anticiparse y prevenir la afectación.
El 50 por ciento de los bosques de manglar en el mundo están en riesgo de colapsar para 2025, según la primera evaluación mundial de la Lista Roja de Ecosistemas (LRE) de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La LRE evalúa y monitorea la “salud” de los ecosistemas globales, las amenazas que enfrentan esos entornos y las formas de reducir los riesgos y la pérdida de biodiversidad. En la evaluación de la UICN, la mayoría de los manglares mexicanos están vulnerables.
En México, la única herramienta para evaluar esos ecosistemas es el Sistema de Monitoreo de Manglares de México, que indica que Baja California Sur tiene una disminución constante desde 2010.
La región Pacífico Norte, de la que forma parte BCS, ha perdido seis mil 300 hectáreas de manglar entre 2015 y 2020, que equivalen a la superficie de casi nueve mil canchas de futbol del estadio Azteca.
Valentina Platzgummer, investigadora del Centro para Biodiversidad Marina y la Conservación (CBMC), con Fabio Favoretto, experto en Ciencia Marina, y Octavio Aburto, científico, buzo y fotógrafo, desarrollaron la IAM para identificar cuáles son los manglares susceptibles a disminuir para anticiparse al riesgo y prevenirlo.
Distancia
El primer acercamiento a los manglares fue en las playas de la bahía de Banderas, entre los estados de Jalisco y Nayarit. Platzgummer atestiguó cómo la construcción de hoteles desaparecía uno a uno los parches de manglar y la vida que albergan.
Los científicos concluyeron, entre más de tres mil variables, que la solución era la distancia de las amenazas antrópicas ─carreteras, viviendas, hoteles, entre otros─ en un horizonte de 10 años: entre más lejos la amenaza, menor el riesgo de pérdida del manglar.
Para validar la efectividad del IAM se calculó el riesgo de pérdida de manglares en Sinaloa en 2010: 78 por ciento tenían alto riesgo de desaparecer. Posteriormente, en 2020, resultó que 98 por ciento de aquel 78 en peligro, perdieron cobertura.
También se calculó el riesgo de pérdida para todos los manglares del mundo en el mismo periodo, y se obtuvieron resultados similares a los de Sinaloa, por lo que Platzgummer sostiene que “es una herramienta que funciona a nivel regional y global”.
Una vez hecho el cálculo de riesgo, Fabio Favoretto, experto en ciencia de datos, creó un plugin o extensión que se agrega al QGIS, software libre para manejo y visualización de información geográfica, para que la herramienta sea accesible a todo público.
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Al final, la idea es que la IAM se pueda utilizar desde el móvil, como una aplicación, para que decisores políticos, grupos ciudadanos y cualquier tipo de usuario la pueda usar de manera sencilla, sin tener que entender los sistemas geoespaciales que actualmente se utilizan para medir la pérdida de manglares.