El animador infantil Roger Gallego Rodríguez, conocido artísticamente como el payaso “Tuki Tuki”, fue asesinado a balazos en la urbanización Los Girasoles de Huaycán, en Lima, Perú.
El ataque ocurrió durante la tarde del jueves cuando el artista esperaba para iniciar un espectáculo infantil, de acuerdo con reportes de medios locales.
Curiosamente, el homicidio se registró el mismo día en que su hija cumplía cinco años. Según versiones difundidas por la prensa peruana, Gallego Rodríguez había aceptado una contratación de último momento para animar un evento; sin embargo, al llegar al domicilio señalado, nadie salió a recibirlo, desatando así la tragedia.
Y es que minutos después de que no le abrieran la puerta, dos sujetos a bordo de una motocicleta se aproximaron al lugar y abrieron fuego contra el grupo en el que se encontraba el payaso. El ataque dejó, además del fallecido, a tres personas lesionadas, quienes fueron trasladadas a hospitales cercanos para recibir atención médica.
Entre los heridos se encuentran el DJ que lo acompañaba y su community manager y camarógrafo, identificado como Moisés Bardales Gómez, de 22 años. En el sitio del ataque, autoridades localizaron al menos seis casquillos percutidos, lo que confirmó la violencia del atentado.
Familiares de la víctima señalaron que el crimen pudo tratarse de una emboscada. La madre del animador declaró que el supuesto contrato pudo haber sido utilizado como una trampa para atacar al payaso “Tuki Tuki” de manera directa.
De acuerdo con parientes cercanos, Roger Gallego Rodríguez había sido víctima de amenazas y extorsiones desde hace aproximadamente dos años. Un tío relató que delincuentes le exigieron inicialmente una suma de 50 mil soles; es decir poco más de 14 mil dólares, y ante la negativa, realizaron disparos contra su domicilio.
““Fue hace dos años, cuando no le quisieron dar, ahí tiraron bala a la casa, entonces él se fue a Huacho y puso cámaras en su domicilio”, relató el familiar.
Tras ese hecho, el animador se habría mudado temporalmente a Huacho y reforzó la seguridad de su vivienda con cámaras de vigilancia. No obstante, su entorno aseguró que las intimidaciones continuaron, aunque el payaso “Tuki Tuki” nunca accedió a pagar las exigencias de los criminales.
Elementos del área de homicidios de la Policía Nacional del Perú aseguraron el teléfono celular de la víctima y comenzaron la revisión de cámaras de seguridad en la zona, con el objetivo de identificar a los responsables del ataque.
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Las autoridades no descartan que el asesinato esté relacionado con un ajuste de cuentas vinculado a extorsiones, un delito que ha mostrado un aumento significativo en Lima durante el último año, según cifras oficiales.
Lamentablemente, la hija del animador quedó en orfandad el día de su cumpleaños, mientras la policía analiza los antecedentes y evidencias para esclarecer el crimen y dar con los responsables.
Con información de Excelsior.
