Los científicos han estado trabajando en volver a traer a la vida a especies animales ya extintas, y alcanzaron el éxito al revivir a tres lobos gigantes como los de la serie Juego de Tronos, con el pelaje blanco como los de sus antepasados originales.
En un principio, aunque modificar un solo gen en el ADN de un animal es relativamente sencillo, los científicos de la empresa Colossal aspiraban a llevar a cabo múltiples modificaciones genéticas. Además, enfrentaban el reto de generar organismos viables a partir de este ADN alterado. Una de sus primeras ideas fue desarrollar embriones de mamut y gestarlos en elefantes asiáticos, pero nunca se había logrado una fertilización in vitro en esa especie.
Científicos reviven a los lobos gigantes de Juego de Tronos
En 2023, el equipo de Colossal comenzó a enfocarse en los lobos gigantes, una especie que, por su cercanía genética con los perros, ofrecía un camino más viable. A lo largo de los años, se ha avanzado mucho en la clonación canina y la implantación de embriones en perras, lo que proporcionó una base sólida para este nuevo objetivo.
La doctora Beth Shapiro, quien se integró a Colossal en 2024, había liderado anteriormente el hallazgo del primer ADN de lobo huargo en fósiles, en 2021. Sin embargo, ese descubrimiento solo ofreció fragmentos genéticos. En Colossal, ella y su equipo decidieron utilizar técnicas más avanzadas para obtener una secuencia genética más completa.
Revisaron diversos fósiles de lobos gigantes y lograron extraer grandes cantidades de ADN de dos hallazgos clave: un diente de 13 mil años encontrado en Ohio y un cráneo de 72 mil años procedente de Idaho. Estos genomas permitieron reconstruir con mayor precisión la historia evolutiva del lobo gigante, revelando que pertenece al mismo linaje ancestral que los lobos actuales, chacales y licaones africanos. Se separó de este grupo hace aproximadamente 4.5 millones de años, y hace 2.6 millones se cruzó con otras especies, incluidos los antecesores de lobos grises y coyotes.
A nivel genético, lobos gigantes y lobos grises comparten más del 99% de su ADN. Sin embargo, 80 genes mostraban diferencias significativas, muchos relacionados con el tamaño corporal. Sorprendentemente, también se descubrió que estos lobos poseían genes que les daban un pelaje claro, grueso y denso. Colossal está preparando un estudio que detallará estos hallazgos.
Quince genes fueron modificados directamente. En los cinco restantes, que en versiones anteriores habían provocado sordera y ceguera, se optó por introducir variantes más seguras halladas en perros y lobos modernos.
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Luego, el ADN editado fue insertado en óvulos vacíos de perros, y estos embriones fueron implantados en perras de gran tamaño. Aunque la mayoría no se desarrolló, cuatro cachorros llegaron a nacer. Uno falleció a los 10 días por una perforación intestinal, pero se descartó que se debiera a mutaciones genéticas.
Matt James, director de animales en Colossal, recuerda el impacto del nacimiento. “Ver ese primer destello blanco en su pelaje fue impactante. Es un momento que jamás olvidaré”. Los tres cachorros supervivientes fueron nombrados Rómulo, Remo y Khaleesi, esta última como el personaje de Daenerys, en Juego de Tronos. Destacan no solo por su tamaño —un 20% mayor que sus congéneres grises— sino por su pelaje blanco, espeso, colas densas y una melena alrededor del cuello.
¿Son verdaderos lobos gigantes?
Aunque los investigadores siguen monitoreando su crecimiento y cualquier anomalía, reconocen que estos animales no podrán revelar el comportamiento natural de sus antepasados. “Estos lobos viven en condiciones controladas, prácticamente como en un hotel de lujo”, bromea Shapiro.
Meachen expresó sentimientos encontrados sobre el proyecto. “Mi parte infantil quiere ver cómo son. Pero también me pregunto: si ya tenemos problemas con los lobos actuales, ¿qué pasará si reintroducimos a los antiguos?”.
Con información de Infobae