Mundo.- El amor de los padres hacia sus hijos es tal que los lleva a hacer cualquier cosa, incluso muchos entregan la vida para que sus progenitores estén bien o a salvo.
Es el caso de Pablo Acuña, un hombre de Paraguay con 60 años que no tiene brazos ni piernas, aunque esto no fue limitante para criar a sus dos hijas.
A Pablo se le vino todo encima cuando la madre de las pequeñas lo abandonó en momentos en que la niña menor tenía meses de nacida, aunque eso no lo limitó.
Así es como nada les ha faltado, anda en una carretilla para poder movilizarse y anda pendiente de sus hijas.
Sus hijas lo adoran, al punto que la menor, Élida, dejó su vida en Argentina para quedarse con él y cuidarlo, puesto que su abuela ya está muy mayor.
Debido a problemas de nacimiento, Pablo nació sin extremidades, por lo que le ha tocado luchar desde joven para salir adelante.
Con información de Upsocl /Crónica