De acuerdo con el diario británico The Daily Telegraph, un informe reciente de medios ucranianos asegura que Vladímir Putin, presidente de Rusia, tiene una hija ilegítima que vive en París bajo un seudónimo y trabaja como disc jockey (DJ).
La joven, que tiene 21 años y es identificada como Luiza Rozova, también conocida como Elizaveta Olegovna Rudnova, habría sido ubicada mediante manifiestos de aerolíneas filtrados.
Luiza sería fruto de una breve relación entre Putin y Svetlana Krivonogikh, una exlimpiadora que se ha convertido en una de las mujeres más ricas de Rusia.
Al respecto, el presidente ruso Vladimir Putin afirma que la hija “ilegítima” vive en París pero no se llama “Vladimirovna”, que tomaría el patronímico de las hijas de Vladimir.
Aunque el nombre del padre no aparece en el certificado de nacimiento de Rozova, su patronímico, Vladimirovna, sugiere su conexión con Putin, siguiendo la tradición de nombres rusos.
El informe también vincula los supuestos nombres falsos de Rozova con Oleg Rudnov, un amigo cercano de Putin que falleció en 2015. Según los periodistas, la elección de ese nombre podría ser un intento de ocultar su verdadera identidad.
Esto último es interesante porque “Olegovna” significa la hija de Oleg y, según el canal de televisión ucraniano TSN, Oleg Rudnov era un aliado cercano y confidente de Putin que organizaba acuerdos inmobiliarios de lujo y que murió en 2015.
Acusaciones
Las redes sociales de Rozova, que cerró en 2022 tras la invasión rusa de Ucrania, contenían imágenes de ella bailando y posando para la cámara. Sin embargo, antes de desaparecer de las plataformas, enfrentó un aluvión de comentarios críticos.
Las críticas incluían decenas de emojis de banderas ucranianas y acusaciones de que se escondía en un búnker.
En 2021, durante una conversación en la red Clubhouse, Luiza negó cualquier parecido con Putin. “A juzgar por sus fotos de joven, probablemente sí, se parece. Pero hay muchas personas que se parecen a Vladimir Vladimirovich”, declaró.
También describió su vida como deliberadamente aislada: “Veo desfiles de moda, compro Vogue, y me encanta comer pasta en un restaurante cercano”, comentó.
Svetlana Krivonogikh, madre de Luiza, ha acumulado una fortuna estimada en 105.7 millones de dólares: posee propiedades en Montecarlo, un yate y es miembro de la junta directiva del Banco Rossiya, centro financiero clave para la élite rusa.
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También tiene una participación en la estación de esquí de Igora y dirige el National Media Group, una herramienta de propaganda del Kremlin. El año pasado, el Reino Unido incluyó a Krivonogikh en sus sanciones por “promover constantemente el ataque ruso a Ucrania”.
Andrei Zakharov, ahora periodista de la BBC, contó la historia para “The Project”: “¿Te traumaticé gravemente con mi investigación?”, preguntó a Rozova en Clubhouse, a lo que ella respondió: “Oh, no, en absoluto. Mi vida ha estado tan estancada, estoy muy agradecida por la oportunidad de estar en el centro de atención.”