El turismo mundial se ha convertido en un factor significativo en las emisiones de CO2, representando el 8.8% del total global y mostrando una tendencia ascendente. Un estudio reciente, liderado por Ya-Yen Sun y publicado en la revista Nature Communications, revela que las emisiones de CO2 relacionadas con el turismo aumentan a un ritmo del 3.5% anual, superando con creces el crecimiento de la economía mundial.
En 2019, las emisiones del turismo alcanzaron las 5.2 gigatoneladas de CO2, lo que equivale al 8.8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Este incremento se debe en gran parte a que el aumento de la actividad turística no ha sido compensado por mejoras significativas en la eficiencia tecnológica.
Sun explica que en 2013, el impacto climático del turismo era del 8%. Sin embargo, el análisis de datos entre 2013 y 2019 muestra que las emisiones no se han estabilizado, sino que han seguido creciendo hasta alcanzar el 8.8% justo antes de la pandemia de Covid-19.
El estudio destaca que cada dólar generado por el turismo produce 1.02 kg de emisiones de gases de efecto invernadero, cuatro veces más que el sector de servicios y un 30% más que la economía global. La mayor parte de estas emisiones provienen del transporte aéreo y el uso de vehículos privados por parte de los turistas. Aunque el estudio no desglosa las emisiones de los cruceros, investigaciones previas indican que las principales compañías de cruceros generan emisiones directas significativas.
El crecimiento de la población mundial, de 6 mil 900 millones a 7 mil 800 millones en la última década, ha influido en el aumento del consumo turístico. A medida que más personas viajan, especialmente en viajes nacionales, se incrementa el uso de vehículos privados de combustión interna.
El estudio también revela una gran desigualdad en las contribuciones a las emisiones. Los 20 países con mayores emisiones representan tres cuartas partes de la huella de carbono total, con Estados Unidos, China e India liderando el aumento absoluto de las emisiones debido al crecimiento de los viajes nacionales.
Sun subraya que el mercado de viajes nacionales es significativamente mayor que el de viajes internacionales, y el gran volumen de viajes nacionales en estos tres países ha contribuido al problema. La investigadora destaca la importancia de considerar las disparidades económicas al diseñar políticas globales de reducción de emisiones, ya que la responsabilidad principal recae en un pequeño grupo de países.
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La pandemia de Covid-19 redujo drásticamente la huella de carbono del turismo, con una disminución de las emisiones de 5.2 Gt en 2019 a 2.2 Gt en un año debido a las restricciones de viajes. Este fenómeno demuestra que cuando se limita el turismo, las emisiones disminuyen sustancialmente. Sin embargo, a medida que el turismo se recupera a niveles previos a la pandemia y continúa creciendo, es probable que las emisiones sigan aumentando.
Con información de El Diario ES