El pequeño JJ despertó gritando y aseguró que no podía respirar horas antes de fallecer a causa del Covid-19.
El fallecimiento de JJ Boatman, un niño de 9 años que vivía en Texas, Estados Unidos, es un claro ejemplo de que el COVID-19 es una enfermedad que puede atacar a personas de cualquier edad…
El pasado 26 de enero, JJ falleció en el Cook Children’s Medical Center en Fort Worth, luego de que apenas unas horas antes fuera trasladado desde Vernon, una ciudad de Texas, tras dar positivo a COVID-19.
De acuerdo al padre de JJ, el domingo 24 de enero el pequeño se encontraba “tan feliz, hiperactivo y amoroso”; por desgracia, al día siguiente por la mañana lo escuchó jadear un poco, pero pensó que era crup (enfermedad común en la niñez a causa de una infección viral que provoca inflamación en la vías respiratorias), pues había tenido el padecimiento con anterioridad.
El padre de JJ relata que llegó a su trabajo y poco después su esposa le comunicó que su hijo despertó gritando, asegurando que no podía respirar, por lo que lo llevaron a urgencias, donde le hicieron radiografías en sus pulmones.
“Se supone que sus pulmones deben estar negros, pero los de él eran completamente blancos”, dijo el padre, por lo que fue llevado en helicóptero al Cook Children’s Medical Center en Fort Worth.
Aquí la familia del menor fue informada de que este padecía COVID-19 y pocas horas después, el 26 de enero, JJ no logró vencer la enfermedad y murió.
“Se va a perder toda la vida. Su vida ni siquiera había comenzado”, dijo Gabriel Ayala, tío de JJ, quien además, aseguró que apenas unas cuantas semanas antes, a principios de enero, celebró su cumpleaños número 9.
“Nunca supimos que este iba a ser el último”, dijo el familiar.
Su tío también señaló que a padecer, asma, trastorno por déficit de atención con hiperactividad y autismo, el pequeño logró llevar una vida feliz y activa, jugando con sus primos.
“Trate de apreciar realmente lo que tiene. Sé que todo el mundo lo hace, pero realmente tómelo en serio porque se lo pueden quitar en siete u ocho horas, como a mí”, mencionó el padre de JJ.
Tras la muerte del pequeño, la familia creó una cuenta de GoFundme, para ayudar a pagar el funeral, misma que ha logrado recaudar más de 22 mil 89 dólares, hecho que su familia agradeció al mismo tiempo que pidió a la gente mantenerse a salvo y respetar las medidas de prevención contra el Covid-19