El instinto maternal es sin duda alguna uno de los más fuertes y profundos que posee la naturaleza humano, por lo que es completamente normal que las progenitoras sean capaces de cualquier cosa para defender a su descendencia. Y cuando decimos cualquier cosa nos referimos literalmente a cualquier cosa.
Este martes en Guatemala, fue liberada de prisión la mujer María del Carmen Chay de tan solo 20 años de edad, quien estuvo acusada de haber asesinado a su esposo y quemado a su hijo.
Los hechos sucedieron el pasado 12 de octubre en la ciudad de Huehuetenango, en el país centroamericano.
Sin embargo, tras haberse efectuado una audiencia contra la acusada, el juez declaró que en realidad la mujer había actuado en defensa propia, por lo que fue puesta en libertad.
En la audiencia donde fue declarada la libertad de María del Carmen, su abogada defensora y el Colectivo Artesana demostraron que en realidad fue la pareja de la joven quien agredió al hijo de la acusada. El infante de tan solo nueve meses de edad, fue quemado despiadadamente al serle lanzada una olla de atol hirviendo, que es un bebida popular en Guatemala, realizada a base de elote.
El bebé de meses tuvo que ser hospitalizado y se mantuvo internado por más de 13 días, debido a la gravedad de sus lesiones. Actualmente se encuentra en recuperación.
La abogada defensora argumentó que tras la agresión contra el descendiente María del Carmen apuñaló a su pareja en repetidas ocasiones, causándole heridas tanto en el tórax como en el cuello, las cuales le terminaron costando la existencia.
También se declaró que la joven sufrió todo tipo de abusos y maltratos durante la relación con el muerto, con quien inició la relación cuando solamente tenía 14 años, mientras que Francisco Ventura Tiño, el agresor tenía 20 años, a los 15 años de María del Carmen tuvieron su primera hija.
La abogada señaló que la acusada actuó en defensa propia, debido a que el ahora occiso quería atacar a los otros dos hijos de esta, mediante el lanzamiento de una parrilla con carbón caliente, para quemarlos de la misma forma en que lo había hecho con el bebecito que nació apenas nueve meses atrás.
Tras los argumentos, las autoridades judiciales determinaron que María del Carmen actuó bajo legítima defensa, por lo que dictó su libertad y el caso quedó cerrado, ante el júbilo de los colectivos feministas que apoyaron a María del Carmen durante este caso que refleja una vez más lo atrasados que estamos en Latinoamérica en cuanto a la eliminación de la violencia machista se refiere.
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