La muerte de una mujer tras recibir la vacuna contra Covid-19 de la empresa Pfizer desató gran incertidumbre. Sin embargo, se descartó que haya relación con la causa de su deceso.
Sonia Azevedo recibió la primera dosis de la vacuna de Pfizer el pasado 30 de diciembre del 2020, en el Instituto Portugués de Oncología y dos días después de que fue vacunada.
La mujer, quien laboraba en dicho instituto desde hacía 10 años, específicamente en el departamento de pediatría, fue hallada muerta por su pareja en su propio domicilio, en la localidad de Maia, en Oporto.
Azevedo falleció mientras dormía, esto generó preocupación ante la posibilidad de que el fármaco hubiese tenido alguna relación con el deceso, pese a que el Instituto afirmó que la mujer no experimentó ningún efecto indeseable después de la vacunación.
El Consejo de Administración de la institución enfatizó que se trató de una “muerte súbita”, no obstante, la autopsia estaba pendiente, según el comunicado que se difundió este domingo.
Por su parte el Ministerio luso de Justicia indicó en otro comunicado que la causa de la muerte se encuentra “bajo secreto judicial”, pero que la autopsia reveló que “no evidencia cualquier relación entre la muerte y la vacuna”.
Al respecto Abilio Azevedo, padre de Sonia, comentó “pasó con nosotros fin de año y estaba bien. Fue vacunada, pero no se quejó de nada. No entiendo lo que sucedió” y señalo que su hija, de 41 años de edad y madre de dos hijos, era una mujer sana.
Luego de cenar, Sonia se dirigió a la casa de su pareja, quien en la mañana siguiente se comunicó con Abilio “para decirme que la había encontrado quieta, muerta en la cama. Mi hija salió de casa y nunca más la vi con vida”.
La familia se encontraba a la espera de los resultados de la autopsia para llevar a cabo la incineración de Sonia, que sucedió en una ceremonia reducida por las restricciones por el Covid-19.