Pay de Limón fue encontrado en 2011 en un basurero de Fresnillo, Zacatecas, el municipio con mayor percepción de inseguridad de México.
El cartel de Los Zetas, uno de los más violentos del país, se había cebado con el perro, que en aquel entonces contaba con apenas un año. Le habían cortado uno a uno los dedos de las patas delanteras, que finalmente terminaron amputadas.
Doce años después de ser rescatado del horror por la propietaria del santuario Milagros Caninos, la historia de Pay de Limón ha dado un giro notable. A tres días del cierre del concurso America’s Favourite Pet (La mascota favorita de América), se posiciona como el primero de los finalistas, el preferido por los votantes.
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La fundadora del santuario, Paty Milagros, compara el caso de Pay de Limón con los secuestros perpetrados por el crimen organizado.
“Le cortaron uno a uno los deditos, como cuando se los cortan a los seres humanos que son secuestrados”, afirma en entrevista telefónica con EL PAÍS. El perro camina ahora con unas prótesis que renueva cada año, las primeras se las hicieron en Denver (Colorado), y después vinieron las de Washington y Virginia.
Con una fotografía en la que aparece con las orejas inclinadas, los ojos cerrados y unas prótesis vestidas de camuflaje, la organización animal trataba de recabar apoyos.
“Ya tiene más de 13 años y sabemos que el tiempo corre en su contra. Él es un héroe, un sobreviviente de la crueldad del ser humano. Es un ejemplo de amor incondicional, resiliencia, de fortaleza”, compartían.
La fundadora del santuario afirma que, con los más de 13 años con los que cuenta Pay de Limón, se encuentra “feliz y sano”.
Con información de: ElPaísMéxico