El primer ministro británico, Keir Starmer, ha lanzado un ultimátum político y moral contra el magnate ruso Roman Abramovich.
En una declaración contundente, Starmer exige que el exdueño del Chelsea libere finalmente los dos mil 500 millones de libras esterlinas (aproximadamente tres mil 200 millones de dólares) derivados de la venta del club londinense.
El mandatario busca que estos recursos, actualmente congelados en una cuenta bancaria del Reino Unido, lleguen directamente a las víctimas de la guerra en Ucrania.
Desde que Roman Abramovich vendió el Chelsea en mayo de 2022 al consorcio liderado por Todd Boehly, el dinero ha permanecido en un limbo legal. Keir Starmer denuncia que la demora en la transferencia de estos fondos es “inaceptable”. Además, presiona para que el ruso cumpla con su promesa inicial de donar las ganancias netas de la transacción a fines humanitarios.
Gobierno británico impone condiciones a exdueño del Chelsea FC
El nudo del problema reside en el desacuerdo sobre el destino final de la ayuda. El Gobierno británico impone condiciones estrictas: el dinero debe beneficiar exclusivamente a los afectados dentro de las fronteras de Ucrania.
Por su parte, la fundación establecida por los representantes de Roman Abramovich argumenta que el acuerdo original contemplaba ayudar a “todas las víctimas del conflicto”. Esto incluiría a personas fuera del territorio ucraniano, incluso en Rusia.
Starmer rechaza de plano esta interpretación. El primer ministro sostiene que el Reino Unido no permitirá que ni un solo centavo de la venta del Chelsea termine en manos que puedan favorecer directa o indirectamente los intereses del Kremlin.
La administración británica vigila con lupa cada movimiento legal, asegurando que el proceso cumpla con las sanciones internacionales impuestas tras la invasión de 2022.
Un tesoro congelado en espera de acción
La comunidad internacional observa con atención este pulso financiero, mientras los dos mil 500 millones de libras se mantienen congelados. Starmer insiste en que la paciencia del Gobierno se ha agotado. Además, pide a Abramovich que firme los documentos necesarios para desbloquear la cuenta sin más dilaciones.
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Expertos legales señalan que, si Abramovich no cede, el Gobierno británico podría explorar vías legislativas adicionales para confiscar los fondos de manera permanente. Sin embargo, Starmer prefiere que el proceso se resuelva mediante la estructura acordada durante la venta del Chelsea. Así se evitarían litigios prolongados que retrasen aún más la ayuda humanitaria.
Con información de: Informador.MX e Infobae
