Los Juegos Olímpicos de París 2024 programaron el surf en uno de los templos de ese deporte: la playa de Teahupo’o, en Tahití, y para alojar a los deportistas, lejos de construir una Villa Olímpica, decidió que fuera flotante en el crucero Aranui 5.
Se trata de la primea Villa Olímpica marítima, un barco de carga y pasajeros diseñado para el turismo polinesio, que tiene como sede la isla polinesia donde se llevan a cabo las competencias de surf.
El Aranui 5 tiene capacidad para 230 pasajeros en 103 cabinas y ofrece comodidades de crucero: ocho cubiertas, un restaurante, salas de conferencias, bares, una piscina al aire libre y hasta un estudio de tatuajes, siendo el primero en su tipo en el mar.
La nave, conocida por sus rutas entre Tahití y Bora Bora, tiene 126 metros de eslora y ofrece habitaciones con camas dobles y televisión, zonas de entretenimiento que incluyen un sky bar, salas de baile, biblioteca, gimnasio y spa. Además, un comedor abierto las 24 horas.
Las cabinas van desde suites premium de 41 metros cuadrados con balcón privado, hasta dormitorios compartidos.
Las delegaciones tienen amplia comodidad porque el total de inscritos en el surf olímpico es de 48, a los que se suma no más de un centenar de miembros de los equipos técnicos.
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Además, no todos los países decidieron quedarse en el buque, pues equipos con mayores recursos como Brasil, Australia y Estados Unidos eligieron alojarse en residencias privadas en tierra.