Una cámara de vigilancia graba el momento preciso en el que caos se desata por un ciervo en un local cercano al lago Ronkonkoma, Nueva York.
Mientras Jenisse Heredia cortaba el pelo de un cliente en su peluquería de lago Ronkonkoma, en el Estado de Nueva York el pasado sábado, escuchó un estruendo de cristales rotos.
Lo primero que pensó fue que un coche se había estrellado contra su local, según ha explicado Heredia a The New York Times. Pero lo que había hecho añicos el cristal de la ventana, era un ciervo.
Después de trepar por el suelo resbaladizo, el ciervo lanzó sus astas al aire varias veces y corrió hacia la sala de descanso en la parte trasera del salón, dijo la Sra. Heredia.
Rápidamente el pánico invadió a los clientes y la peluquera que se encontraban en el salón de belleza mientras el asustado animal intenta encontrar la salida, hasta que consiguió salir embistiendo la puerta, como se observa en la grabación de la cámara de vigilancia.
La cantidad de ciervos ha aumentado pues ahora hay menos cazadores que en años anteriores, lo que solía ayudar a controlar la población de ciervos, según el Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York.
Al mismo tiempo, las áreas urbanas y suburbanas se han desarrollado y expandido, invadiendo el hábitat natural de varias especies además de los cuervos y haciendo que estos tengan más contacto con las personas.
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