Un desastre sacudió la región de Amhara, Etiopía, cuando un andamio improvisado se desplomó dentro de una iglesia durante una ceremonia religiosa matutina, dejando al menos 22 personas muertas y 55 heridas, informaron autoridades estatales.
La radiotelevisión oficial EBC notificó el miércoles que el accidente ocurrió en Arerti, a unos 70 kilómetros al este de la capital, Adís Abeba.
“Varios peregrinos murieron o resultaron heridos cuando el andamio de madera, instalado para los trabajos de acabado, se derrumbó a las 7:45 (hora local), en el momento en que un grupo de fieles visitaba la iglesia”, explicó el reporte oficial traducido, aludiendo a la estructura mal sustentada que cedió durante la celebración.
Un responsable local citado por EBC, Atnafu Abate, precisó que “todavía se encuentran bajo los escombros” algunas víctimas, mientras que varios heridos de la iglesia fueron trasladados a hospitales en la capital.
Imágenes difundidas por EBC en Facebook muestran tablones rotos de madera dentro del templo y numerosos feligreses intentando rescatar a los lesionados entre los restos. La tragedia ocurre en un país cuya población ronda los 130 millones de personas, donde las estructuras religiosas siguen siendo centros de congregación crítica.
La versión internacional ofrece cifras algo distintas. Según la agencia AP, el derrumbe tuvo lugar en la iglesia Menjar Shenkora Arerti Mariam, bajo construcción, y al menos 30 personas fallecieron con más de un centenar de heridos. Algunos reportes advierten que el número de muertos podría aumentar conforme se avanza en las labores de rescate.
El evento religioso coincidía con una festividad tradicional, lo que explica la concurrencia masiva de fieles, incluidos niños y personas mayores, que fueron tomados por sorpresa cuando la estructura cedió. Médicos locales comunicaron a medios que la capacidad hospitalaria en la zona está saturada y han solicitado el apoyo de la Cruz Roja para atender el volumen de heridos.
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La zona de Arerti se halla dentro de Amhara, una de las regiones centrales del país con una rica tradición cristiana. Las iglesia en esa zona frecuentemente realizan ampliaciones o estructuras auxiliares con recursos limitados, lo que podría haber contribuido al fallo del andamio. Además, el clima en ciertas temporadas puede exacerbar deterioros de materiales.
Este tipo de accidentes pone en el foco la fragilidad de las infraestructuras religiosas rurales, donde la supervisión técnica es a menudo mínima.
Las autoridades han abierto investigaciones para determinar responsabilidades, revisar las condiciones de construcción y establecer mecanismos de prevención futura en la iglesia. Autoridades brinden información oficial más detallada, incluidas cifras finales, duración del rescate y mecanismos de reparación.
Con información de AP.
