Cobran $3 millones a empresas que obligan a firmar renuncias

La Secretaría del Trabajo ha sancionado a cinco negocios por realizar esta práctica.

Al menos cinco empresas han sido sancionadas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en Quintana Roo, por hacer firmar pagarés o renuncias a empleados de nuevo ingreso.

Aunque es una práctica que ha disminuido, los casos aún se dan y representan 10% de las sanciones que ya aplicó la dependencia, detalló Enoel Pérez Cortez, delegado federal del Trabajo en la entidad, en el marco de la Asamblea Anual del Comité Ejecutivo del Sindicato Nacional de Trabajadores de Instituciones Financieras, Bancarias, Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito, Empleados de Oficinas, Similares y Conexos de la República Mexicana, que se realizó ayer en Cancún.

En dicho evento se abordó el tema laboral y entre ellos estás prácticas perjudican al empleado, además de presentar su informe de trabajo que tenía como lema el ahorro.
Las multas ascienden a los tres millones de pesos y en la mayoría de las ocasiones detectan al centro laboral por inspecciones o denuncias del trabajador.

En el caso de la renuncia es conocida como firmas en blanco, es ilegal ya que no pueden condicionar que al momento de suscribirse a la empresa deje también su baja.

El personal accede y el negocio se aprovecha por la necesidad que tienen de laborar.

Cuando procede una demanda, lo que hacen es una prueba grafoscópica, en la que comprueban que la firma fue antes de la fecha que indicaron de la renuncia o el despido, ya que la hoja tiene una temporalidad.
Prefieren los pagarés y no los seguros

“Es una mala costumbre que tienen los centros laborales; sin embargo es una irregularidad que podría llegar a un proceso penal, al obligar al empleado a realizar actos ilícitos”, alertó Pérez Cortez.

En el caso de los pagarés, que son firmados en blanco, y es de personal que se desempeña en cuestiones que impliquen valores.

Las empresas deberían contratar coberturas que aseguren los bienes pero les es más fácil y barato ya que en caso de haber una pérdida se la van descontando al empleado, lo que afecta sus ingresos.

Quienes laboran tienen miedo a denunciar porque los boletinan, es decir, circulan el nombre de quien denunció el centro de trabajo quedando como conflictivo.

En los procesos conciliatorios la petición al patrón es que reintegren al empleado a su área de trabajo cuando ejercen la renuncia; y eliminar el pagaré, en el otro caso.

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