Lucely Chulin era una joven campechana de 26 años, que buscaba superarse y un mejor porvenir. Acudió a buscar trabajo al hotel Hard Rock Riviera Maya, donde se topó con quien más tarde le quitaría la vida.
El 25 de agosto llegó al centro de hospedaje a una entrevista de trabajo, donde estaba Freddy ‘M’, su presunto feminicida. El 30 de agosto encontraron su cuerpo en Puerto Aventuras, cubierto con piedras, una saña inaudita.

No es el primer caso donde en el Hard Rock Hotel Riviera Maya sufren inseguridad y violencia las mujeres.
En diciembre del 2020, la joven Ana Gómez trabajó en este hotel por espacio de seis meses como steward (lavaplatos), tiempo que tenía de haber llegado a Playa del Carmen desde su natal Chiapas en busca de una mejor calidad de vida. Ahí mismo desapareció.
Su cadáver fue encontrado en las instalaciones del hotel, con signos de violencia. Carlos ‘G’., empleado del lugar, fue detenido después como responsable del feminicidio.

Menos sonado pero no menos importante, es el caso de Elizabeth del Rocío Ricalde Barrera, quien fue vista por última vez en el 2017, cuando trabajaba en el Hard Rock Hotel Riviera Maya.
Personal del hotel no colaboró con la búsqueda, lavándose las manos asegurando que había renunciando el mismo día que desapareció casualmente, y no se ha sabido más de ella.
