Este 6 de agosto se conmemoran 76 años del ataque de Estados Unidos a Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial, que dejó miles de muertos.
El primer ministro de Japón Yoshihide Suga, asistió junto a los supervivientes y sus familiares a la ceremonia, que inició con un minuto de silencio a la hora de los bombardeos, las 8:15 de la mañana.
El alcalde de la ciudad exhortó a los líderes globales unirse para eliminar las armas atómicas, de la misma forma en que están unidos contra el coronavirus.
El alcalde Kazumi Matsui exhortó a los gobernantes del mundo a comprometerse al desarme nuclear con la misma seriedad con la que están enfrentando la pandemia que la comunidad internacional reconoce como una “amenaza a la humanidad”.
“Las armas nucleares, desarrolladas para ganar guerras, son una amenaza de aniquilación total a la que ciertamente podemos poner fin, si todas las naciones trabajan juntas”, manifestó Matsui y agregó:

“Ninguna sociedad sostenible es posible con estas armas listas continuamente para una matanza indiscriminada”.
6 de agosto de 1945: EU arrojan primer bomba atómica del mundo sobre Hiroshima
El 6 de agosto de 1945, Estados Unidos arrojó la primera bomba atómica del mundo sobre Hiroshima, destruyendo la ciudad y matando a unos 140 mil personas.
Tres días después arrojó una segunda bomba sobre Nagasaki, provocando la muerte de otras 70 mil personas. La causa de la explosión ascendió más tarde a 210 mil personas debido a enfermedades desencadenadas por la exposición radiactiva.
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A largo plazo, la exposición al ambiente radioactivo provoca lesiones genéticas que se extienden durante varias generaciones y suprime las funciones del sistema inmunitario, de ahí la mayor vulnerabilidad a infecciones y cánceres.
Cabe recordar que la explosión creó una onda expansiva que ascendió la temperatura ambiente hasta los 300,000 grados centígrados provocando potentes incendios y creando grandes corrientes de aire caliente que devoraron la ciudad. El calor extremo de la radiación térmica quemó todo en su camino, incluyendo animales, árboles y personas.
Japón se rindió el 15 de agosto de 1945, lo que puso fin a la Segunda Guerra Mundial y a casi medio siglo de agresiones suyas en Asia. Diversos países acumularon armas atómicas durante la Guerra Fría y el impasse persiste hasta la fecha.
El Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares entró en vigor en enero tras años de gestiones civiles en las que participaron los sobrevivientes de los bombardeos nucleares, llamados hibakusha.

Y aunque más de 50 países lo han ratificado, resalta la ausencia de Estados Unidos y de otras potencias nucleares así como de Japón, que desde que concluyó la guerra cuenta con el respaldo del armamento atómico estadounidense para su defensa.
Por su parte, Matsui insistió en su exigencia de que su propio gobierno firme “inmediatamente” y ratifique el tratado y se una a las conversaciones, para estar a la altura del deseo largamente acariciado de los sobrevivientes de las bombas.
También exigió que Japón proporcione una mediación productiva entre los Estados con armas nucleares y los que no las tienen.
Las armas nucleares existen todavía y se siguen produciendo, nueve de los 195 países que hay en el mundo tienen bajo su poder armamentos nucleares: Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania, Rusia, China, India, Corea del Norte, Pakistán e Israel. Por lo que aún no se ha eliminado aún el peligro potencial de las consecuencias de su empleo.
