La historia de Stephanie es una muestra de valentía ante la violencia de género que causa día con día la muerte de nueve mujeres, según datos de la ONU.
Stephanie es maestra de preescolar y madre de un pequeño de dos años, pero lo que la define es su valentía. Ella es sobreviviente de la violencia de género que cobra la vida de nueve mujeres todos los días en el país.
“Si no vas a ser para mi, no vas a ser para nadie”, fue la amenaza que Jovani lanzó contra Stephanie Medina López, antes de intentar asesinarla.
Stephanie es una mujer de 27 años. Valiente, da la cara, y cuenta la historia de terror que vivió hace casi 10 años. “Ojalá les sirva a otras mujeres que han vivido violencia desde niñas como yo”, dice con esperanza Stephanie.
“Si no vas a ser para mi, no vas a ser para nadie”
Cuando tenía 18, su exnovio de nombre Jovani, la secuestró, la golpeó, la bañó con galones de gasolina y le prendió fuego.
Ella se siente afortunada a pesar detodo. Ahora es maestra, tiene una familia, un bebé y una pareja, con la cual dice, se “sacó la lotería”. Aún así, le resulta difícil recordar ese terrible episodio de violencia extrema que vivió.
“Tenía años que no hablaba de esto, es algo que a pesar de los años te cuesta superar”, contó a un portal de noticias justificando las pausas que tiene que hacer porque no logra contener el llanto.
La historia es más común de lo que imaginamos.
Fany, como le dicen de cariño, decidió terminar su noviazgo con Jovani, en ese entonces de 21 años, porque ya no se sentía cómoda con él. La relación había durado tres meses, pero ya tenían más tiempo de conocerse, eran amigos, cuenta.
Empezó a jalonearme, luego a golpearme, después metió galones de gasolina, me bañó completa y me prendió fuego
“Habían pasado dos días de que lo había terminado y me lo encontré en la calle, me metió a su coche y me llevó a su casa y me encerró. Ahí empezó a reclamarme que él ya tenía planeado hacer una familia conmigo, que se quería casar. Se descontroló. Empezó a empujarme, a golpearme, después metió galones de gasolina y después me bañó completa y me prendió fuego”.
A Fany le siguen provocando ansiedad esos recuerdos. Se le nota en las manos, las mueve, se truena los dedos, las entrelaza; pero dice, le ayuda hablarlo.
Me quemó y se estuvo burlando de mi. Me decía que ya no iba a ser bonita, que cualquiera me viera iba a ver cicatrices, iba a ver un rostro quemado
“Me quemó y se estuvo burlando de mí. Me decía que ya no iba a ser bonita, que cualquiera que me viera iba a ver las cicatrices, iba a ver un rostro quemado”. Las lesiones que Jovani le provocó fueron quemaduras de tercer grado en el 90% de su cuerpo.
“El vientre y las piernas si están llenas de cicatrices, algunas partes todavía no se terminan de regenerar”.
Ella quedó en estado de shock. Jovani había puesto música a un volumen muy alto, a pesar de los gritos nadie se había acercado a ver que pasaba. Él, la metió a la regadera e intentó apagar el fuego del cuerpo de Fany, pero la gasolina que le había arrojado era demasiada y el agua no lo lograba sofocar las llamas.
Recuerda que después él se puso encima de ella con una cobija mojada y fue así como cedió el fuego. Pero su intención era matarla. No pidió ayuda médica, al contrario, continuó amenazandola.
Te vas a ir muriendo del dolor, nadie te va a salvar, nadie te va a sacar de aquí
“Traía un arma. Me dijo que yo lo iba a matar de la desesperación. Me vas a matar y tú te vas a ir muriendo del dolor, nadie te va a salvar, nadie te va a sacar de aquí”, cuenta dejando salir, ahora si, las lágrimas que antes intentaba detener.