Playa del Carmen.- Aunque con renuencia, finalmente Beristain Navarrete debió acceder y sumarse a los trabajos de Cabildo, pues de lo contrario se caía en riesgo de ingobernabilidad. Esta tarde, la presidenta municipal de Solidaridad ordenó retirar las fuerzas policiacas que custodiaban el palacio, para evitar la llegada de los regidores, y se reunió con ellos. Previo a ello, sostuvo un encuentro con el secretario de Gobierno, Francisco López Mena, para limar asperezas en temas de seguridad, aunque sin duda también se debió abordar su vergonzoso inicio de gestión.
Beristain Navarrete no supo fraguar acuerdos en el seno del Cabildo cuando eran todavía autoridades electas y por ello, no logró obtener una mayoría de votos para que aprobaran su propuesta para secretario general. Sin saber qué hacer, llamó a un receso, del que ya no regresó.
Aunque su solución inicial fue asignar a encargados de despacho que cumplieran las funciones de los funcionarios que asignó el cabildo y que ella no acepta, la potencial duplicidad y usurpación de funciones hizo esto inviable como estrategia, por lo que, después de hablar con la dirigencia de Morena nacional, se le indicó que debía aceptar la autonomía de su cabildo y negociar, en lugar de querer imponerse.
Fue así que los regidores de Solidaridad, además del síndico Omar Sánchez Cutis, entraron en una reunión de cabildeo con la presidenta municipal, Laura Beristain Navarrete, para poner fin al impasse actual y así reanudar los trabajos para nombrar a los funcionarios del gabinete municipal.
Entrevistado afuera del Palacio Municipal, Sánchez Cutis aseguró que hoy, sin falta, deben hallar la solución para así evitar una situación de ingobernabilidad.
Cuestionado si existe tal ingobernabilidad, indicó que se corre el riesgo de caer en él si se mantienen los dos puntos de vista divergentes actuales, pues esto evitaría ejercer las funciones de gobierno, al estar duplicadas.
No obstante, acotó que se trata de un problema político, que está en vías de resolverse.
Indicó que no votó por la propuesta de secretario general de Beristain Navarrete porque lo conoció hace dos días y no le pareció una buena opción. Insistió en que el suyo fue un voto “personal” y negó que exista un bloque, ya sea con los regidores de Morena o de la oposición.
El desacuerdo, explicó, es natural en los gobiernos democráticos y afirmó que “estamos mal, cuando decimos que estamos todos bien, pero sales a la calle y está todo mal”.
Por ello, indicó que no pueden permitir ser una “levantadera de mano”, para aprobar a un secretario general que después no dé resultados.
Sánchez Cutis negó que haya tenido algún diálogo con la senadora Marybel Villegas, que se rumoró intercedió en favor de Beristain Navarrete, ni tampoco con el secretario de Gobierno, Francisco López Mena.
“JALADA DE OREJAS”
En tanto, Beristain Navarrete sostuvo un encuentro de varias horas con el secretario de Gobierno, Francisco López Mena, para abordar temas de seguridad pública, donde hay desacuerdos, por cosas como la administración del C4 por parte del Gobierno Estatal.
Aunque la reunión fue a puerta cerrada, es imposible no pensar que los conflictos que enfrentó en el Cabildo, y que mantienen al municipio sin contralor o tesorero, no hayan sido abordados. En especial, el vista de que la nueva presidenta se ha dedicado a hacer acusaciones, sin fundamentos, y a tensar aún más las relaciones entre Estado y municipio.
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La situación vivida actualmente en el Ayuntamiento es similar a la del nombramiento como candidata, cuando también llegó a imponer su equipo a Morena, lo que derivó en la salida de muchos de sus activistas, y un quiebre total con su aliado Encuentro Social. La diferencia es que entonces se trataba de un partido político, mientras ahora se trata de un gobierno, que estuvo dos días en convulsión por falta de pericia política.