Playa del Carmen.- Por tercera ocasión en igual número de meses, el regidor Carlos Guerra citó a comparecer al secretario de Servicios Públicos, Juan Carlos Segura Espadas, para cuestionar las labores realizadas, contestando el funcionario con las cifras, fotografías y datos disponibles; sin embargo, ante las continuas interrogantes, a menudo en ámbitos que no eran de su competencia, invitó a quienes no estén conformes a que lo denuncien en la Fiscalía Anticorrupción.

Cabe recordar que el regidor Carlos Guerra citó en octubre al secretario de Servicios Públicos, convocando al mismo tiempo a la prensa local, para cuestionar sobre la respuesta a los huracanes vividos. El secretario acudió con un grueso volumen de fotografías de las labores realizadas, además de detallar los puntos atendidos y los faltantes. El concejal no cedió y comenzó a cuestionar otros temas como bacheo, utilización de recursos, entre otros.

Una segunda reunión en el mismo tenor fue realizada a inicios de noviembre, y hoy por tercera ocasión convocó a la prensa y al secretario para nuevamente cuestionar las labores realizadas.

La disposición del funcionario municipal pasó, en estas continuas reuniones, de buena disposición, a mostrar señales de fastidio, aunque sin problema recitó las cifras en cuanto a metros cuadrados bacheados, colonias visitadas y parques limpiados.

Al ser cuestionado sobre temas presupuestarios, aceptó que los recursos con los que cuentan son inferiores a los que necesitan, pero que trabajan con lo que disponen, además de invitar que al que no le guste, que lo denuncien ante la Fiscalía Anticorrupción, pues no tiene nada que ocultar.

La conversación pasó a temas que no eran de la competencia de Servicios Públicos, como el reencarpetamiento de calles, o la cantidad de árboles sembrados. Un regidor asistente incluso sugirió crear una línea para recibir quejas, como si no se contase con una desde hace años.

Un tema sensible abordado fue el del personal, que en su mayoría están sindicalizado, motivo por el que laboran únicamente ciertos días y rehusándose a continuar después de su horario asignado, realidad con la que toda dependencia pública debe lidiar, comentó.