Un tigrillo fue arrollado este martes a la altura del kilómetro 10 de la carretera Tulum-Cobá por algún vehículo.
El atropellamiento ha generado indignación no solo por la muerte del tigrillo, sino también porque, según testigos, el cadáver fue robado tras haber sido colocado en la orilla por una vecina que lo reportó a las autoridades.
Cuando las autoridades llegaron al lugar, el cuerpo del tigrillo ya no estaba. Este evento es solo el más reciente en una serie de atropellamientos que afectan la fauna local.
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Hace apenas una semana, un cocodrilo, que era una atracción turística en el cenote Car Wash (Aktun Ha), también fue atropellado y su cuerpo desapareció bajo circunstancias similares.
Ambientalistas y habitantes de la zona han solicitado medidas urgentes para mitigar el impacto del tráfico en la fauna, incluyendo la creación de pasos de fauna y la instalación de señales de advertencia. Asimismo, se demanda mayor control para frenar la especulación de terrenos y la preservación de los ecosistemas naturales.
“Es terrible que estemos perdiendo especies locales de esta manera y que, además, se estén robando los cuerpos. No solo necesitamos carreteras más seguras, sino una verdadera conciencia de la protección de la biodiversidad”, comentó una residente de Tulum.
Mientras que activistas locales expusieron: “La situación es insostenible. Si no se toman medidas, seguiremos viendo más casos como estos. No solo está en juego la vida de estos animales, sino también el equilibrio natural que tanto atrae a los turistas”.
