Un video que mezcla sorpresa, humor y tensión se ha vuelto viral en redes sociales, luego de mostrar el momento en que un niño terminó atrapado dentro de una máquina de peluches en un centro comercial de México.
La grabación muestra a una madre y su hijo frente a una máquina que funciona con monedas, donde el pequeño decidió llevar su curiosidad más allá de lo esperado. Sin pensarlo dos veces, se metió por el espacio destinado a la salida de los premios, quedando completamente dentro del aparato.
Una vez adentro, el menor se dio cuenta de que no podía salir y comenzó a llorar y gritar desesperado mientras miraba a su madre a través del vidrio. La mujer, sin perder la calma, intentaba tranquilizarlo y al mismo tiempo encontrar la manera de ayudarlo a salir.
En el video se escucha a la madre decir con serenidad: “A ver, espérame… deja de llorar, tranquilízate y vamos a ver cómo te saco”. La escena, que combina angustia con un toque de ternura y humor, generó miles de comentarios y reacciones en internet.
Usuarios destacaron la paciencia de la madre, mientras otros no pudieron evitar reír ante la travesura del pequeño. Muchos compartieron experiencias similares o bromearon con la ocurrencia del niño, que convirtió un simple juego en una historia viral.
- “Ahí dice deposite 10 pesos”.
- ”Primero que todo: ¿cómo se metió?”
- “Si fuese papá, hubiese estado muerto de la risa“, escribieron algunos usuarios.
Aunque, no se ha especificado cómo el menor logró salir de la máquina de peluches, su madre, al ver que su caso se volvió viral, publicó en Instagram un par de historias mostrando a su pequeño en casa y abriendo una caja de preguntas para resolver todas las dudas de los internautas.
Si bien no existe una estadística oficial sobre cuántos niños se quedan atrapados en máquinas de peluche cada año, los casos suelen ocurrir con cierta frecuencia y suelen viralizarse por lo insólito de la situación. En los últimos años se han reportado incidentes en países como México, España y Estados Unidos.
¿Por qué sucede?
Los niños pequeños, especialmente entre tres y siete años, pueden meterse por la abertura de premios atraídos por los peluches. La supervisión insuficiente o la curiosidad natural pueden llevarlos a intentar entrar sin entender el riesgo.
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Lamentablemente, muchas máquinas no están diseñadas para evitar el acceso desde el exterior, lo que facilita que se metan, y por lo tanto se requiere la intervención de personal de seguridad, bomberos o incluso policía para liberarlos. En la mayoría de los casos, los niños salen ilesos, aunque asustados.
Con información de El Imparcial.