Una mujer brasileña fue arrestada en el aeropuerto de Bogotá, Colombia, por intentar sacar del país 130 ranas venenosas que llevaba en su equipaje. Se trata de la especie Oophaga histrionica, conocida como rana arlequín, que está en peligro de extinción y es muy codiciada por coleccionistas privados.
La mujer pretendía hacer pasar el cargamento de anfibios como un regalo de una comunidad local al sur de Colombia, pero los agentes de seguridad descubrieron los pequeños frascos de plástico donde estaban ocultas las ranas. Estos animales tienen un tamaño muy pequeño, similar al de un pulgar humano, pero poseen una secreción en su piel que es altamente tóxica.
Según las autoridades, cada ejemplar de rana arlequín puede costar hasta mil dólares en el mercado negro, lo que hace que sea una actividad ilegal muy lucrativa. La Secretaría de Medio Ambiente de Colombia informó que la multa por intentar traficar ejemplares de fauna puede alcanzar los 15 mil dólares, más de 256 mil pesos mexicanos.
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No se han emitido declaraciones oficiales sobre la situación legal de la mujer detenida. Los ejemplares de rana arlequín fueron asegurados en un estado de nerviosismo, deshidratación y fatiga, debido al tiempo que pasaron encerrados en los botes plásticos.
Con información de Plumas Atómicas
