Un residente de Colorado falleció el pasado viernes tras sufrir la mordedura de uno de sus dos lagartos mascota, conocidos como monstruos de Gila, una especie venenosa originaria del desierto.
El hombre, identificado como Christopher Ward, de 34 años, fue llevado de urgencia a un hospital el 12 de febrero, después de que su novia lo encontrara inconsciente y con la mano ensangrentada por la mordedura del reptil.
Según el informe de la policía de Lakewood, la novia de Ward oyó un ruido extraño y al entrar en la habitación vio al lagarto, llamado Winston, aferrado a la mano de Ward. La mujer relató que Ward empezó a vomitar y a perder el conocimiento, y que dejó de respirar poco después.
En el hospital, Ward fue conectado a un respirador artificial, pero los médicos no pudieron salvar su vida y lo declararon con muerte cerebral a los pocos días.
Los forenses del condado de Jefferson no han confirmado aún si la causa de la muerte fue el veneno del lagarto o algún otro factor médico. Tampoco han hecho declaraciones públicas sobre el caso.
La novia de Ward entregó a los dos lagartos, Winston y Potato, a las autoridades de control de animales de Lakewood el día siguiente al incidente.
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Los monstruos de Gila son los únicos lagartos venenosos que se encuentran en Estados Unidos, y habitan principalmente en el suroeste del país y en algunas zonas de México. Su veneno puede provocar un dolor severo y un shock anafiláctico en sus víctimas, pero rara vez es letal para los humanos.
Con información de Milenio