Una mujer originaria de Reino Unido viajó a China con su pareja para trabajar como maestros en Shanghái, sin embargo, ella sufría de migraña y no podía conseguir los medicamentos a los que ella estaba acostumbrada, fue a una clínica y murió frente a los ojos de su pareja.

Emma Grainger de 51 años, fue a una clínica para un trabajo de investigación y le recetaron ocho inyecciones de hidrocortisona, pero en la “número cinco, murió, dejó de respirar”, contó Adrian Casey, pareja de Emma.

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Grainger pasó 18 meses en coma, después de asistir a un sanatorio en China donde recibió las inyecciones, que provocaron que su respiración y su corazón se detuvieran en febrero de 2021.

A la pareja de Emma no se le había permitido verla durante siete semanas “con el argumento de que son controles de covid, pero la realidad es que quieren su dinero”.

De acuerdo a sus palabras, los costos estimados del funeral ascienden a unos cuatro mil 200 dólares, sumado a los costos en los que ya incurrió durante el largo período de cuidado.

El hombre había recurrido a GoFundMe para pagar sus facturas médicas de casi 215 mil dólares, y ahora está recaudando fondos para su funeral y cremación, y para llevar los restos a tierra.

Con información de: Milenio