Una joven reveló cómo es vivir con la secuela Parosmia por Covid-19: ahora la comida huele y le sabe a podrido.
Una joven de 20 años se contagió de Covid-19, y aunque se recuperó ahora vive con Parosmia una secuela de este virus.
Así es vivir con parosmia por Covid-19
Se trata de Natalia B Cano, una joven que compartió con internautas el “infierno” que vive desde hace 10 meses debido a la parosmia.
Luego de contraer Covid-19, Natalia ahora experimenta la parosmia como secuela, no logra comer debido al mal olor y sabor.
Y como consecuencia de la parosmia por Covid-19, la joven ha perdido 18 kilos de peso.

Natalia B Cano, de 20 años de edad, dio positivo a Covid-19 hace 10 meses y aunque pensó que lo peor sería el contagio, ahora es una secuela la que es “un infierno” en su día a día.
A través de TikTok, Natalia compartió su experiencia para que, en caso de que alguien la sufra, se sienta comprendido.
Natalia describió la parosmia por Covid-19 como un “castigo en un infierno viviente”
“Todo lo que pruebo y huelo se ha distorsionado”: revela
De acuerdo con la joven, la comida y el agua tienen un olor y sabor a “carne podrida, basura y aguas residuales”.
“Son como los síntomas de anorexia reunidos en una sola cosa que no puedo explicar”, señaló Natalia B Cano.
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Cabe mencionar que la parosmia por Covid-19 es un efecto secundario neurológico; el cual, según expertos, distorsiona la salud física y mental de los pacientes.
De acuerdo con el testimonio de Natalia, esta secuela de Covid-19 la ha hecho “perder el camino”. Pues además del cambio de olores y sabores, la joven sufre:
- Pérdida de peso de 18 kilos
- Caída de cabello
- Desnutrición
- Deshidratación
¿Qué es la parosmia?
De acuerdo con expertos, una de las secuelas que se han reportado después de haber padecido Covid-19, han sido problemas olfativos, específicamente la parosmia.
Esta es un trastorno olfativo que distorsiona los olores y los cambia completamente por desagradables, haciendo que todo huela “a basura o a podrido”.
Según un estudio de la Universidad de Harvard reveló que la parosmia podría ser producida a partir del daño que hace el coronavirus en las células del cerebro.
Lo anterior debido a que, tras la recuperación por Covid-19, las neuronas podrían hacer malas conexiones enviando señales erróneas al cerebro.