Científicos en Japón han descubierto que cuando las anguilas son tragadas por un pez depredador, pueden escapar.
Los especialistas explicaron que las anguilas retroceden por el tracto digestivo del pez depredador hacia su esófago, introducen la cola por sus branquias y completan su intento de liberación liberando su cabeza.
Yuha Hasegawa, primer autor de la investigación de la Universidad de Nagasaki, dijo: “Contrariamente a nuestras expectativas, presenciar el escape desesperado de las anguilas desde el estómago del depredador hasta las branquias fue realmente asombroso para nosotros”.
Los investigadores colocaron una anguila a la vez en un tanque que también contenía un pez durmiente oscuro de una colección de 11.
A las anguilas se les inyectó sulfato de bario en la cavidad abdominal y la cola, lo que permitió rastrear a la anguila tragada utilizando un sistema de video de rayos X.
El equipo registró 32 anguilas capturadas y tragadas por el pez durmiente. Algunas entraron por completo en el estómago del depredador y se las observó dando vueltas, aparentemente buscando una salida.
Nueve anguilas que fueron tragadas lograron escapar, utilizando primero la cola: “Los peces depredadores no resultaron dañados, pero las anguilas que lograron escapar a veces presentaban signos de abrasiones”, explicó Hasegawa.
No todas las anguilas tuvieron éxito. Cuatro lograron sacar la cola de las branquias del depredador, pero no completaron su salida, mientras que dos fracasaron porque empujaron la cola en dirección a la abertura del orificio nasal del depredador en lugar de hacia su esófago.
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El equipo afirma que sus hallazgos son una novedad. Si bien estudios anteriores han observado que otras especies de anguilas mueren al intentar escapar de los estómagos de los depredadores, el último estudio muestra que las anguilas japonesas escaparon con vida.
Los investigadores añaden que la forma alargada de las anguilas puede haber contribuido a su huida, ya que aumenta la probabilidad de que su cola permanezca en el esófago del depredador cuando se la traga por la cabeza.
Con información de Science Alert