Astrid Sánchez fue presuntamente víctima de una tentativa de feminicidio, sin embargo, una jueza de Yucatán vinculó al presunto victimario, pero solo por el delito de lesiones, desestimando la tentativa.
De igual forma la jueza desestimó los testigos presentados por Astrid Sánchez, y la Fiscalía General de Justicia del estado.
Entre los argumentos de la jueza se encontró el hecho que a su criterio, la mujer exageró por el estar alterada, ya que no hay indicios de que este quisiera matarla sin importar que la ahorcó dos veces.
La jueza prohibió al presunto agresor salir de Yucatán y emitió una orden de restricción para que este no se acerque a la víctima mientras dura el proceso.
Los hechos
Astird Sánchez decidió terminar la relación con su pareja sentimental, ahora conocida como Edwin “N”, duraron un año y medio y él insistió en querer reconciliarse.
El 14 de abril, Edwin “N” fue a buscar a la víctima a su casa en Mérida, Yucatán, donde le reiteró su deseo de no volver con él.
“Él sabía que yo estaba sola porque mi hermana publicó en redes sociales que ella y mi mamá estaban en el pueblo de mi abuelo, yo lo dejé pasar porque nunca pensé que fuera capaz de agredirme, nunca pensé que intentara asesinarme, platicamos un buen rato, todo el tiempo le dije que no quería regresar con él, yo tenía cosas qué decirle de por qué terminé con él y por eso también acepté hablar”, relató la joven en entrevista con Proceso.
El joven Edwin “N” le preguntó si estaba segura de desear terminar con la relación, cosa que ella asintió, debido a lo anterior, se abalanzó sobre Astrid y la tomó por el cuello con las manos.
“Siento cómo el aire deja de entrar, no pensé en defenderme, agredirlo, quitármelo de encima, me concentré en seguir respirando, le rogué que me soltara, le prometí regresar, arreglar las cosas. Me soltó el cuello, pero siguió encima de mí, no se quitó.”
“Me hizo jurarle que íbamos a estar juntos, pero cuando se dio cuenta de que era mentira, me dijo ‘sé que si tuiteas algo me vas a arruinar la vida, y si de todas formas ya valió madre, y si de todas formas me voy a ir a la cárcel, mejor termino lo que empecé’ y me volvió a agarrar con las dos manos en el cuello”, recordó.
Astrid logró que Edwin “N” la soltara la madrugada del 15 de abril, tras jurarle por sus seres queridos que no acudiría a las autoridades a denunciarlo.
“Me creyó porque sabe que yo no juraría por ellas bajo ninguna circunstancia y por eso estaba seguro de que yo no iba a hacer nada”, dijo..
Tras denunciar la agresión la Fiscalía de Yucatán abrió una carpeta de investigación por violencia familiar, pero Astrid logró que se iniciará la investigación como tentativa de feminicidio.
La defensa de Edwin “N” argumentó que Astrid tiene la percepción de la realidad alterada, además de señalar que ella es más alta que el agresor por lo que “no se cree” que el imputado pudiera agredirla así.
La jueza estimó que debido a que la percepción de Astrid está alterada, pudo interpretar que Edwin quiso matarla cuando en realidad sólo quiso agredirla.
“Lo único que quedó fue el reporte de la médico legista que me revisó cuando fui a denunciar que registró los moretones en el cuello, en la rodilla, en la pierna y en los brazos y la juez incluso dice que por la mecánica de hechos sí es probable que Edwin estuviera encima de mí, que sí es probable que me haya agredido, pero que no cree que fuera con las dos manos porque el enrojecimiento del cuello sólo está de un lado y porque pude hablar, pues en mi declaración dije que yo rogué por mi vida y que me comprometí a platicarlo y que le prometí cosas a mi agresor para que me soltara”, contó.
“Por ello, la juez concluyó que es un delito de lesiones y no de tentativa de feminicidio, porque yo creo que me quiso matar porque estaba alterada, pero que su intención sólo era lastimarme”.
(Con información de Proceso)
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