“Una herida en el sur” es un documental que narra los impactos ambientales y sociales vinculados a la construcción del megaproyecto Tren Maya en los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, esos que el oficialismo se ha negado a reconocer… hasta ahora.
Mañana viernes 18 de octubre, Kanan Derechos Humanos, Pata de Perro Films y el Centro por la Justicia al Derecho Internacional (Cejil) lanzarán “Una herida en el sur”, un documental desde las voces de biólogos, ecologistas, ejidatarios, defensores de la tierra y activistas.
El documental aborda las profundas transformaciones de la península de Yucatán ante la priorización de políticas de extractivismo, turismo desmedido y militarización, mientras diversas organizaciones denuncian que la construcción del mal llamado Tren Maya ha estado plagada de arbitrariedades.
“Una herida en el sur” exhibe la falta de medidas ambientales para la instalación del supuesto tren turístico; la opacidad sobre sus impactos y beneficios, y la falta de una consulta libre e informada a los pueblos y comunidades indígenas acorde a los estándares internacionales.
Con su llegada, también se incrementó la militarización en la región, pues es el Ejército construye gran parte de los tramos del tren y administra todo el proyecto.
“Aunque el Estado plantea el megaproyecto como un tren, en realidad es una iniciativa a largo plazo para reordenar la zona y potenciar la llegada de proyectos que dañan el territorio, como el turismo masivo, inmobiliarias, de manufactura y agroindustrial”, denuncia el colectivo.
Explotación
En la región donde se desarrolla el proyecto, es alarmantemente habitual el despojo de tierras de propiedad colectiva por parte de gobiernos y empresarios para establecer proyectos agroindustriales, turísticos, inmobiliarios y energéticos.
Además, según la investigación para la producción del documental, la situación actual de despojo y extractivismo en la península ha desencadenado una explotación masiva de maderas preciosas, uso desmedido de plaguicidas y descargas de aguas residuales.
Ello causa una grave transformación de suelos y una devastadora deforestación y una irreparable pérdida de la biodiversidad, afectando gravemente el equilibrio ecológico de la región.
El audiovisual denuncia cómo el deterioro y despojo de los territorios tienen consecuencias devastadoras, desde el abandono del campo y la ruptura de la espiritualidad, hasta la pérdida de la identidad maya debido a la criminalización, amenazas y la creciente violencia.
Para las organizaciones, “Una herida en el sur” es una historia cuyo protagonista no es el tren mal llamado maya, sino la transformación de un territorio vivo: la península de Yucatán.
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El audiovisual es un registro de los múltiples, profundos y violentos impactos del despojo y la instalación de megaproyectos extractivos en el sur de México; también, la historia de resistencia de quienes desafían el racismo, el saqueo, la militarización y el olvido y, en cambio, apuestan por los bosques, las aguas y la vida.
El documental “Una herida en el sur” se presentará en Mérida este viernes y también estará disponible en canales digitales con YouTube para uso libre a partir de esa fecha.