Un joven, llamado Pedro Escalante, con una discapacidad motriz decidió salir a divertirse con sus amigos asistiendo al famoso antro “Classico Península”, pero toda la alegría se detuvo cuando los cadeneros lo retuvieron en la entrada sin explicarle el motivo.
De inmediato el joven denunció que estuvo esperando en la entrada más de media hora, hasta que una amiga quiso meterlo ella misma. Tras esto, el gerente del antro apareció y le informó que no se le tenía permitido el acceso.
El gerente mencionó que él podía lastimarse y que ellos no querían correr con esa responsabilidad, pero para el joven y sus amigos, quedó claro que se trataba de un acto de rampante discriminación.
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“El gerente se acercó a mí y me dijo en mi cara que no me iba a dejar entrar, que no me iba a permitir el acceso de una manera muy prepotente por mi discapacidad”, dijo el joven.
También acotó que, “llegué a mi casa llorando porque sinceramente nosotros los discapacitados nos queremos divertir y tenemos sentimientos como para que nos traten así, con este acto de discriminación”.
El joven decidió subir su denuncia a su Instagram @pedroescalante, y muy pronto el caso se hizo viral, teniendo como resultado los reclamos y el enojo de muchos internautas.
Tal reclamo llegó a las autoridades, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (Codhey), a través de un comunicado en sus redes sociales, condenó el acto de discriminación.
En el comunicado, la Codhey informó que el caso fue llevado hasta el Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred), así como a la Profeco, pues el antro en cuestión habría violado disposiciones de esta última instancia federal en cuanto al acceso libre a todas las personas a este tipo de espacios.
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