Las cabezas de la mayoría de los animales son fácilmente identificables, pero hasta ahora los científicos no podían decir lo mismo de las estrellas de mar.
Una estrella de mar tiene cinco brazos idénticos con una capa de “pies tubulares” debajo que ayudan a la criatura marina a desplazarse por el fondo del mar. Esto ha llevado a los naturalistas a preguntarse si las estrellas de mar tienen extremos delanteros y traseros definidos… y si cuentan con una cabeza.
Pero una nueva investigación genética sugiere lo contrario: que las estrellas de mar son en gran medida cabezas que carecen de torsos o colas y que probablemente perdieron esas características evolutivamente con el tiempo. Los investigadores afirman que los extraños fósiles de los antepasados de las estrellas de mar, que parecían contar con una especie de torso, tienen mucho más sentido en términos evolutivos según los nuevos hallazgos.
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“Es como si a la estrella de mar le faltara por completo el tronco y se describiera mejor como una simple cabeza que se arrastra por el fondo marino”, afirmó en un comunicado Laurent Formery, autor principal del estudio y becario postdoctoral de la Universidad de Stanford y la Universidad de California en Berkeley. “No es en absoluto lo que los científicos han supuesto sobre estos animales”.
Los hallazgos, que fueron posibles gracias a los nuevos métodos de secuenciación genética, podrían ayudar a responder algunas de las principales preguntas que quedan sobre los equinodermos, incluida su ascendencia compartida con los humanos y otros animales que no se parecen en nada a ellos.
Entender cómo se han desarrollado animales como las estrellas de mar también podría permitir comprender las diversas formas en que las distintas especies se mantienen sanas.
“Sin duda es más difícil trabajar en organismos que se estudian con menos frecuencia”, afirmó en un comunicado Daniel Rokhsar, coautor del estudio, profesor de genética, genómica, evolución y desarrollo de la Universidad de California en Berkeley e investigador del Chan Zuckerberg BioHub.
“Pero si aprovechamos la oportunidad de explorar animales inusuales que funcionan de formas inusuales, eso significa que estamos ampliando nuestra perspectiva de la biología, lo que a la larga nos va a ayudar a resolver problemas tanto ecológicos como biomédicos”.
Con información de: CNN