Como ocurre cada cierre de año, los escritos atribuidos a Nostradamus vuelven a generar interés ante la cercanía de un nuevo ciclo. A medida que se aproxima el 2026, diversas interpretaciones de “Las Profecías” han despertado la atención al considerarlas como advertencias sobre un periodo complejo a nivel mundial.
Cabe recordar que, Michel de Nostredame, astrólogo francés del siglo XVI, publicó su obra en 1555, compuesta por cientos de cuartetas redactadas en un lenguaje críptico que mezcla latín y francés antiguo. A lo largo de los siglos, estos textos han sido asociados, de forma retrospectiva, con hechos históricos relevantes y crisis globales.
Especialistas que analizan los versos sostienen que algunas referencias podrían apuntar a un año “turbulento”, marcado por tensiones geopolíticas, conflictos armados y transformaciones socioeconómicas. Entre los símbolos más citados aparecen menciones a la sangre, la guerra y un enfrentamiento persistente entre Oriente y Occidente.
Uno de los temas que vuelve a surgir es el de las catástrofes naturales. Expresiones de Nostradamus como “fuego que cae del cielo” han sido interpretadas como una alusión a fenómenos extremos, en un contexto global donde los efectos del cambio climático generan creciente preocupación.
En el ámbito económico, otras cuartetas hacen referencia a “monedas corrompidas” y mercados inestables. De acuerdo con estas lecturas, 2026 podría traer consigo un periodo de volatilidad financiera, con repercusiones en distintas regiones del mundo.
Nostradamus, también habla de un pasaje que ha generado especial debate, pues menciona un “gran enjambre” que emerge en la oscuridad. Algunos analistas consideran que este símbolo podría representar a líderes políticos influyentes o bloques de poder que tomarían decisiones determinantes en el escenario internacional.
Asimismo, versos que aluden a territorios europeos “inundados de sangre” han sido relacionados con posibles conflictos o episodios de violencia en zonas estratégicas del continente, en un contexto de tensiones militares y disputas geopolíticas persistentes, como la actual guerra entre Rusia y Ucrania.
Otra cuarteta habla de “siete meses de gran guerra”, lo que ha llevado a especulaciones sobre un conflicto prolongado encabezado por figuras con gran peso político, aunque no existe consenso sobre a qué hechos concretos podría referirse.
En paralelo, algunos intérpretes contemporáneos sugieren que ciertos fragmentos de Nostradamus podrían vincularse con avances tecnológicos, particularmente con el desarrollo acelerado de la inteligencia artificial y su impacto en la economía y el equilibrio de poder global.
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Pese al tono sombrío de muchas interpretaciones, otros estudiosos destacaron que los textos también contienen referencias a una eventual renovación. No obstante, subrayan que Las Profecías son altamente simbólicas y que su lectura responde, en gran medida, a las preocupaciones actuales más que a predicciones verificables, por lo que llaman a mantener una visión crítica y cautelosa frente a estas interpretaciones.
Con información de Euronews en Español.
