Durante una verificación realizada a una bomba despachadora de gasolina en Campeche, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), descubrió que tenía instalado un dispositivo de manera ilegal, el cual controla la cantidad de litros de combustible que despacha, logrando robar de uno a dos litros por cada 20.
De acuerdo con el procurador de la institución, Ricardo Sheffield, el software se conoce como “rastrillo”, y según las primeras investigaciones se estima que alrededor del ocho por ciento de las gasolineras del país cuenten con dicho dispositivo.
También se informó que este “rastrillo” podría ser distribuido por el propio fabricante de las bombas despachadoras a través del mercado negro, debido a la facilidad con que se instala y su compatibilidad; por lo que el procurador anunció que presentará una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República.
El software es controlado desde una oficina central o desde un dispositivo móvil, como un celular, con el que los despachadores administran la bomba de combustible según su conveniencia entregando litros completos o mediante un botón reducir la cantidad en uno o dos litros por cada 20 despachados.
Ricardo Sheffield, destacó que el hallazgo del dispositivo se hizo luego de una revisión más detallada, donde los verificadores descubrieron que al abrir que al abrir una caja que se encuentra dentro de la bomba despachadora revisaron la tarjeta que controla el dispositivo, encontrando un aditamento adicional instalado de manera ilegal.
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Finalmente, se informó que se espera descubrir otras estaciones del país que incurren en esta práctica, por lo que realizarán verificaciones más detalladas a las bombas de 71 gasolineras de México.